
Los ecuatorianos son prioridad dentro del proyecto de país y plan de Gobierno de la Revolución Ciudadana, por encima de los compromisos internacionales que tiene el Ecuador como producto del endeudamiento adquirido durante los últimos años de aplicación de políticas de corte neoliberal.
Esta prioridad será eje de la política que el eventual Gobierno de Luisa González, candidata presidencial de la Revolución Ciudadana, aplicará para realizar los ajustes necesarios para recuperar la economía del país, que en el más reciente informe sobre crecimiento, correspondiente a 2024, registró tres trimestres consecutivos de contracción.
Así lo señaló este jueves el expresidente de la República y líder de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, quien en entrevista Radio Spazio, de la provincia de Bolívar, anunció que el enfoque de Luisa González sobre políticas de ajuste estará dirigido a negociación y recomposición de la deuda con acreedores internacionales.
“Nosotros trataremos de atender todas las obligaciones del país, porque no somos estafadores. Pero si no alcanza, ellos (los acreedores) lo van a tener muy claro. Primero nuestra gente. Así que van a ser los primeros (los acreedores) en prenderle velita a todos los santos para que nos vaya bien. Porque saben que el ajuste no será sobre nuestra gente. No será aumentando impuestos”, enfatizó el ex mandatario ecuatoriano.
“No será componiendo salarios y dejando sin pala a la gente. Será componiendo deuda externa. Estas son nuestras prioridades”, añadió el economista Rafael Correa.
Cuestionó que para otras administraciones del país la prioridad sea honrar los compromisos con el Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, mientras el Ecuador se enfrentaa la dificultad para el pago de salarios en el sector de la educación y se precariza el acceso a la salud por hospitales sin insumos.
“Nos han hecho creer que ser técnico, ser buen economista, puntualito pagar el fondo monetario, así no se pague al maestro, así no se pague a los municipios, a la prefectura (…) Eso es pura economía política, puras decisiones políticas ideológicas. Quieren quedar bien con la burocracia internacional. Así aplastan a nuestro maestro, juegan a no haya medicina en los hospitales, no tengan los municipios los recursos para pagar sueldo, para hacer obra, etc”, expresó Correa.
“Es pura opción política. Nuestra opción política será primero pagar la deuda interna, la deuda con los nuestros, porque además técnicamente es lo correcto”, insistió.
Recursos para atender la prioridad
Correa coincidió con el candidato a vicepresidente por la Revolución Ciudadana, el también economista Diego Borja, quien en una entrevista el pasado martes indicó que existen recursos para aplicar los planes necesarios para sacar al Ecuador de la recesión económica en la que se encuentra, sólo que se encuentran mal asignados o indebidamente ejecutados.
Al respecto, Correa confirmó que hay recursos mal asignados, citando como ejemplo el hecho de que la deuda pública pasara de US$ 39 mil millones a US$ 80 millones sin que se haya ejecutado ninguna obra que implique adquisicón de activos por parte de la República.
“Le insisto, si hay dinero, si queda algo, pero mal asignado, yo me voy a referir a eso. Sobre investigar más profundamente qué pasó con el dinero (…) Porque incluso yo, que más o menos estoy bien informado y soy profesional en la materia, no le puedo dar una explicación contundente”, planteó Correa.
Indicó que durante su mandato (2007-2017) también se incrementó la deuda pública, aunque sin llegar a los niveles actuales, pero a la par se invirtió mucho más en carreteras, hidroeléctricas y otros activos para el Ecuador.
“Nosotros sí, con nosotros se incrementó un poco la deuda pública, pero para tener inversión por todos lados se invirtió mucho más que la deuda. Eso significa que el país es más rico, porque la deuda es un pasivo. Las carreteras, las hidroeléctricas, las cuales son activos, pero mucho se hizo con ahorro propio y el país quedó mucho más rico que cuando lo recibimos en el 2007”, enfatizó.
“Hoy el país está mucho más pobre. Tenemos un pasivo inmenso, 80 mil millones de deuda, bueno, pública. Deuda externa, pues, es menos, pero no tenemos activos, no se ha creadosa activos”, concluyó.