
En las actuales condiciones del Ecuador, con el crimen organizado incrustado en la estructura del Estado, el próximo presidente del país pondrá su vida en juego en el ejercicio de las funciones y acciones para buscar salidas a la crisis multisectorial que padecen los ecuatorianos.
“Ahora el presidente se va a jugar la vida”, destacó este lunes el expresidente y líder del movimiento de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, en entrevista con Radio KCH, de Guayaquil, en la que comparó la situación actual del país con el escenario en el que asumió la Presidencia del Ecuador en 2007.
Resaltó que al llegar a Carondelet recibió un país estancado, aún con padecimientos por el feriado bancario de 1999 y con problemas en el sistema eléctrico, un contexto socioeconómico similar al que tiene el país en la actualidad,
Sin embargo, Correa sostuvo que su Gobierno, lejos de adjudicar responsabilidades, se dedicó a trabajar para garantizar condiciones de vida dignas para todos los ecuatorianos, llegando a ser el Ecuador el segundo país más seguro de América Latina, con estabilidad económica, haciendo gala mundial de su biodiversidad y otros atractivos para el turismo.
De acuerdo con el expresidente, en la actualidad el contexto plantea una dificultad que no existía hace una década; y es justamente la infiltración que ha logrado el crimen organizado, el narcotráfico más propiamente, en instituciones del Estado ecuatoriano.
“Ahora es mucho más difícil, porque en 2007 no teníamos un narcoestado, ahora el presidente se va a jugar la vida. Teníamos problemas de seguridad, teníamos más inseguridad que resto América Latina, pero no éramos los más inseguros del mundo y no había narcoestado”, puntualizó Correa.
“Ahora se jugará la vida, los propios banqueros, ciertos banqueros corruptos que lucran con el dinero sucio tratarán de asesinar a cualquier presidente que luche contra el narcotráfico. Noboa es banquero, por si acaso, el Banco del Litoral es parte de la corporación Noboa, y por eso el presidente que llegue se tiene que jugar la vida”, añadió.
En ese sentido destacó que la candidata presidencial por el movimiento de la Revolución Ciudadana, Luisa González, es una mujer comprometida con el futuro del país, con su renacimiento, junto al equipo que le acompaña en la carrera por la Presidencia del Ecuador.
“Luisa está dispuesta a jugarse la vida, somos patriotas, hay un equipo de gente que está dispuesta a jugarse la vida por cumplir su deber”, sentenció el ex mandatario.
Última oportunidad para Ecuador
Este 9 de febrero, fecha para la primera vuelta de la elección presidencial junto a los comicios para legisladores de la Asamblea Nacional y el Parlamento Andino, podría significar la última oportunidad de Ecuador para revivir, según plantea Rafael Correa.
Explicó que la Revolución Ciudadana, de llegar a la Presidencia, ejecutará políticas de corto, mediano y largo plazo en distintas áreas para estabilizar el país, que actualmente registra decrecimiento de su economía, una alta tasa de inseguridad y crímenes y un agudo déficit en la generación de energía eléctrica.
“Es tal vez nuestra última oportunidad para revivir Ecuador. Por ejemplo, la crisis económica, sabiendo qué hacer, en lugar de tener más de 8 mil millones de dólares inmovilizados en Suiza, el país más rico del mundo (…) Gran parte de esos recursos se pueden inmovilizar al país para inversión pública y reactivar la economía, y los resultados se pueden ver en cuatro o seis meses”, expuso Correa.
“Es una inyección fuerte y se reactiva enseguida la economía, pero hay que querer hacerlo. Esta gente (el actual Gobierno, presidido por Daniel Noboa) no quiere, cree en el Estado”, agregó.
Consideró también que “se puede hacer grandes avances en seguridad, aunque controlar toda la seguridad, llegar a los niveles 2017, tomará cuatro o cinco años, pero en seis meses, ocho meses, ya se verán grandes avances. Algo similar en energía. Para hacer lo que no se ha hecho en ocho años, una hidroeléctrica no se hace en tres meses, se hace en tres o cuatro años”.
Determinó que la completa estabilización será visible “en cuatro o cinco años, pero no tendremos cortes de energía si se sabe qué hacer”.
“Por ejemplo, recuperar el parque termoeléctrico, importaciones adecuadas de Colombia y Perú, contratación de barcazas que recién están llegando. Entonces, no permitan que el país se les caiga a pedazos”, pidió el líder de la Revolución Ciudadana.