En el corazón de la campaña presidencial ecuatoriana, Luisa González, candidata del movimiento de la Revolución Ciudadana, ha puesto sobre la mesa un tema crucial que afecta a todos los ecuatorianos: la explotación del campo Sacha y la necesidad urgente de cambiar las condiciones de concesión que facilitan una desigualdad alarmante.

Según González, el país sólo recibe el 12.5% de las ganancias generadas por este enorme yacimiento petrolero, mientras que el restante 87.5% se destina a una empresa privada.

Esta situación plantea serias interrogantes sobre la justicia y sostenibilidad de la gestión de recursos naturales en Ecuador.

Una concesión desigual

El campo Sacha, conocido por ser el mayor productor de petróleo en Ecuador, ha sido objeto de polémica desde su concesión al consorcio chino-canadiense Sinopetrol.

La candidata González ha criticado abiertamente el hecho de que, a pesar de la importancia estratégica de este campo, el país solo reciba una fracción mínima de los beneficios.

“Este porcentaje no es acorde a las necesidades del país”, afirmó durante una entrevista con Radio Coqueta, en la provincia de El Oro, enfatizando la urgencia de estos recursos para financiar infraestructuras vitales como hospitales, escuelas y carreteras.

¿Dónde están los US$ 1.500 millones?

Uno de los momentos más críticos mencionados por González se refiere al plazo que venció recientemente para que Sinopetrol entregara una prima de $1.500 millones al Banco Central del Ecuador.

Este monto, que representa una inversión significativa de los ciudadanos ecuatorianos en el campo Sacha, no llegó a tiempo, lo que ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza hacia la administración actual.

“Estamos hablando de dinero que pertenece a los ecuatorianos, que ya hemos aportado. Es profundamente grave lo que está pasando”, expresó González.

Hay que revertir la situación

La candidata ha dejado claro que, de ser electa, una de sus primeras acciones será revertir la concesión del campo Sacha.

Para González, es fundamental que los recursos generados por este campo se utilicen para satisfacer las necesidades reales de la población.

“Los recursos son de los ecuatorianos, y deben quedar en el país para obras que realmente necesitamos”, declaró, resaltando la importancia de que las decisiones sobre los recursos naturales estén alineadas con el bienestar de todos los ciudadanos.

La situación del campo Sacha es un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta Ecuador en su camino hacia un futuro sostenible y justo.

La crítica de Luisa González a la actual gestión resuena con muchos ecuatorianos que sienten que sus necesidades han sido ignoradas en favor de intereses privados.

A medida que se intensifica la campaña electoral, su enfoque en la recuperación de los recursos estratégicos del país podría convertirse en un factor decisivo para movilizar a los votantes que buscan un cambio real.

La lucha por el campo Sacha es mucho más que una cuestión de cifras; se trata de una defensa apasionada de los derechos de los ciudadanos, de la justicia económica y de la construcción de un Ecuador donde cada recurso contribuya al bienestar colectivo.

La voz de Luisa González podría ser el catalizador para un nuevo enfoque en la gestión de los recursos naturales que priorice las necesidades del pueblo ecuatoriano por encima de intereses ajenos.

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