Gladys Pijal, dirigente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha (CIEPI)

El sector eléctrico en Ecuador enfrenta un desafío crucial: la necesidad de inversión en todas sus fases. Ante la incapacidad del Estado para asumir los costos debido a la falta de recursos, la dirigente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha (CIEPI), Gladys Pijal, plantea que la apertura a la inversión privada es una solución clave para garantizar el desarrollo y sostenibilidad del sistema energético nacional.

Durante la crisis, la generación de energía de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair ha sido fundamental para la economía y la vida de los ecuatorianos. Sin embargo, Pijal advierte que obras de esta magnitud requieren mantenimientos integrales e inversión constante para protegerlas frente a problemas externos, como la acumulación de sedimentos. Este mismo enfoque debe aplicarse a futuros proyectos, como las centrales Cardenillo y Santiago, cuyas capacidades deben ser evaluadas en función de los entornos en los que se construirán.

La dirigente, quien ha impulsado la creación del Consejo Consultivo de Electricidad y Economía, enfatiza que la inversión privada es esencial en todas las fases del sector eléctrico. Además, destaca la necesidad de actualizar el Plan Maestro de Electrificación para alinearlo con las condiciones actuales de crisis climática y las demandas del país. Según Pijal, la falta de aplicación de este plan se debe no solo a la escasez de presupuesto público, sino también a la necesidad de actualizarlo con criterios técnicos y no políticos.

Pijal resalta que la hidroenergía es la fuente más limpia y económica para generar electricidad, lo que la hace ideal para apoyar a los sectores más vulnerables del país. Sin embargo, advierte que su bajo costo ha llevado a un desperdicio significativo tanto en hogares como en instituciones. Para contrarrestar esto, propone la implementación de campañas de ahorro energético, que podrían incluso reducir gastos importantes, como el alquiler de barcazas utilizado durante la crisis energética reciente.

Finalmente, Pijal hace un llamado a la transparencia y la colaboración: «La energía y las centrales que la generan son de los ecuatorianos. Debemos trabajar juntos, Gobierno, sector privado y sociedad, para administrarlas de manera eficiente y transparente, asegurando un futuro energético sostenible para todos».

FIN

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