
Pese a las múltiples alertas sobre lo desventajoso del negocio para el Ecuador, el Gobierno del presidente Daniel Noboa adjudicó al consorcio chino-canadiense Sinopetrol la explotación del campo Sacha, el más productivo del país.
Entre las primeras reacciones, el expresidente de la República y líder del movimiento de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa, expresó que con la adjudicación del campo Sacha a Sinopetrol “se consumó la traición a la patria por (funcionarios) hambrientos de dinero”.
Campo Sacha: adjudicación apresurada
En su cuenta en la red social X, Correa cuestionó que la adjudicación del campo Sacha se haya realizado antes de la celebración de la segunda vuelta de la elección presidencial, prevista para celebrarse el próximo 13 de abril.
En ese sentido, Correa enfatizó que Luisa González, candidata presidencial por la Revolución Ciudadana, si resulta electa presidenta, deberá “deshacer todo este atraco y enjuiciar a los culpables”.

La propia candidata a Carondelet expresó su rechazo a la entrega del campo Sacha a un consorcio privado por parte del Gobierno de Daniel Noboa, con quien disputará la silla presidencial en la segunda vuelta.
González destacó que, bajo las condiciones en la que se entrega el campo petrolero más importante del país, Sinopetrol se quedará con más del 87% de las ganancias resultantes de la actividad extractiva.
Esto, de acuerdo con la candidata, significa pérdidas para el Estado ecuatoriano por el orden de los 8 mil millones de dólares.

El pasado 14 de febrero, el excandidato presidencial, Andrés Arauz, acusó al gobierno del presidente Daniel Noboa de favorecer intereses privados por encima del bienestar del Estado ecuatoriano con la concesión del campo petrolero Sacha.
Operado por Petroecuador, Sacha es el campo petrolero más grande del país con una producción de 77 mil barriles diarios.