El secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterres, llamó este domingo  a garantizar la continuidad del trabajo de la agencia para los refugiados palestinos de Naciones Unidas (UNRWA), mientras se investiga la supuesta participación de 12 de sus miembros en los ataques del 7 de octubre de 2023 del grupo terrorista Hamás contra Israel.

En un cuidado mensaje lleno de equilibrios diplomáticos, Guterres reconoció que «los presuntos actos horrendos de esos empleados deben tener consecuencias», pero recordó que hay «decenas de miles de personas (unos 30.000)» que trabajan para esa agencia y que no deben ser penalizados. Apuntó también que lo central es que «deben resolverse las necesidades desesperadas de la población a la que sirve (la UNRWA)”.

Por ello, pidió a los países que anunciaron la suspensión de sus aportes a la agencia, entre ellos Estados Unidos y gran parte de países europeos, a no recortar las donaciones. Guterres detalló también que de los 12 presuntos implicados en los ataques, nueve fueron despedidos, uno está muerto y se está aclarando la identidad de los otros dos. Además, se abrió una investigación.

Reacciona el mundo árabe

Este domingo, Francia indicó que no preveía ningún «nuevo pago» a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo hasta julio. Estados Unidos, Australia, Canadá, Italia, Reino Unido, Finlandia, Países Bajos y Alemania ya habían anunciado previamente que suspendían temporalmente su financiación. Guterres pidió «a los gobiernos que suspendieron las contribuciones a, al menos, asegurar la continuidad de las operaciones de la UNRWA”.

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