Pekín, El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, puso en entredicho que se pueda mantener la unidad de Siria tras el derrocamiento del presidente Bashar Asad (2000-2024).
«Las consecuencias de todo esto son sombrías y, pese a lo que se dice ahora, son muy bajas las expectativas de que se pueda preservar la unidad de Siria», dijo el alto cargo ruso en una rueda de prensa tras reunirse con el mandatario de China, Xi Jinping.
Medvédev llegó el martes a China en una visita de trabajo de dos días.
La probabilidad de que sigan conviviendo juntas las distintas comunidades étnicas en Siria, así como las diversas confesiones religiosas, es ínfima, advirtió.
De momento nadie respondió a la pregunta de qué manera se logrará un consenso entre suníes, chiíes, alauitas, drusos y cristianos, subrayó Medvédev.
Rusia, sostuvo, en determinado tiempo prestó una ayuda importante al Gobierno de Asad ante los riesgos que suponía para el mundo entero el posible desmoronamiento de Siria.
«En ese periodo este tipo de respaldo fue eficaz. Pero los asuntos internos dependían del Gobierno de Bashar Asad», puntualizó.
El pasado 27 de noviembre, una amplia coalición de grupos armados de la oposición siria lanzó una ofensiva sorpresa a gran escala contra el Ejército regular desde el noroeste del país.
En menos de dos semanas, las fuerzas antigubernamentales se hicieron con el control de varias ciudades importantes como Alepo, Hama y Homs y entraron el domingo pasado en la capital, Damasco, donde proclamaron la caída de Asad, que ejercía la presidencia desde el año 2000, tras la muerte de su padre, Hafez Asad, que había gobernado Siria durante las tres décadas anteriores.
El exmandatario sirio huyó a Rusia y se encuentra a salvo, según el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Riabkov.
La ofensiva relámpago contra Asad fue liderada por el grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS, anteriormente Frente al Nusra, organización prohibida en Rusia por terrorista).
Las facciones armadas que tomaron el poder en Siria encomendaron la formación de un gabinete de transición a Mohammed Bashir, hasta hace poco jefe del autoproclamado Gobierno de Salvación Nacional.
Muchos países expresaron preocupación por los acontecimientos en Siria, instando a todas las partes a garantizar la seguridad, la integridad y la soberanía del país, así como a iniciar un diálogo nacional con la participación de todos los sectores que conforman la sociedad siria.
Con información de Agencia Sputnik