
En medio de un clima de violencia creciente y preocupaciones generalizadas sobre el crimen organizado, Luisa González, candidata a la presidencia por el movimiento de la Revolución Ciudadana, ha prometido implementar una estrategia de «mano dura» si es electa.
En el debate presidencial, González criticó fuertemente la gestión del actual presidente, Daniel Noboa, señalando que su enfoque ha fallado en proporcionar la seguridad que el país tanto necesita.
El desafío actual de la seguridad en Ecuador
Ecuador enfrenta uno de los momentos más críticos en su historia reciente, donde la violencia y el crimen han escalado a niveles alarmantes.
El inicio de este año ha marcado cifras récord de criminalidad, lo que provoca miedo y malestar en la población.
Durante el debate, González destacó que la situación es producto de una gestión que no solo ha fallado en garantizar la seguridad, sino que ha menospreciado a las fuerzas públicas encargadas de hacerlo.
Al mencionar su compromiso con la seguridad, Luisa González enfatiza que la retoma del control del Estado sobre puertos, aeropuertos y fronteras es esencial.
Al controlar estos puntos estratégicos, busca cortar las rutas del narcotráfico y del crimen organizado, elementos que son fundamentales para restaurar la confianza de los ciudadanos.
La crítica a la gestión de Noboa
González no escatimó críticas hacia Noboa, acusándolo de haber empeorado la situación de seguridad a pesar de los recursos y estrategias implementadas.
“Quisiera que jamás se repita una experiencia como el gobierno de Noboa,” afirmó, mientras enumeraba los fracasos de su administración en materia de seguridad.
La candidata denunciaba que el presidente había hecho promesas vacías, desde la implementación del «plan Fénix» hasta la declaración de estado de guerra, ninguno de los cuales ha logrado proporcionar la seguridad que las familias ecuatorianas necesitan.
Con firmeza, González llamó a la responsabilidad, indicando que el actual gobierno ha optado por soluciones ineficaces que solo han empobrecido aún más a la población.
Según ella, “solo nos metió la mano al bolsillo a familias ya empobrecidas,” y reclamó la falta de confianza en las fuerzas armadas y la policía, sugiriendo que la llegada de mercenarios era una humillación para estos cuerpos.
La propuesta de mano dura
La propuesta de Luisa González se centra en tres pilares fundamentales: control, inteligencia y fortalecimiento.
La control en puertos, aeropuertos y fronteras será vital para desarticular las estructuras del crimen organizado.
Además, González ha mencionado la importancia de implementar tecnología e inteligencia, áreas que han sido descuidadas en el gobierno de Noboa.
La desmantelación de unidades de inteligencia militar es un claro ejemplo de cómo, según ella, se ha debilitado la capacidad del Estado para enfrentar esta crisis.
González también subrayó la necesidad de equipar y capacitar a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas.
Afirmó que se requiere inversión en dotación y equipamiento, así como formación continua en colaboración con gobiernos vecinos y potencias internacionales como Estados Unidos y la Unión Europea.
Esto no solo se traduce en mejores herramientas, sino también en la preparación necesaria para hacer frente a un entorno cada vez más violento.