Este es el evangelio de los privatizadores: lo que es tuyo es mío; y lo que es mío, es sólo MÍO. Están gobernando por más de 7 años a través de sus élites empresariales de banqueros, exportadores y traidores; pero no se hacen cargo de las inequidades sociales ni de la concentración económica únicamente en sus manos.
Recortaron el Estado al tamaño de sus insaciables ambiciones de poder y plusvalía, eliminando ministerios claves. Desinstitucionalizaron la estructura estatal al nivel de una empresita familiar o bananera y tienen la audacia de quejarse, culpándole precisamente al único que midió con visión de estadista el futuro de una Patria incluyente y solidaria, donde los derechos y las garantías del 98% no sucumban ante la glotona acumulación de apenas el 2% de esta sociedad neoliberal injusta e inequitativa.
Tienen el poder absoluto, incluido el mediático a punta de pauta. Y con el pretexto de la actual crisis energética, ¡quieren todo!, porque sólo ellos, dizque saben administrar la cosa pública en su provecho. Son los “comedidos privatizadores” que vinieron para hacer buenos negocios.
Afirma en la ONU que ha hecho inversiones por más de 400 millones en el sector eléctrico. Total, ni la bendita barcaza nos puede garantizar los 100 megavatios porque fluctuó a la baja hasta 12. Lo demás, en planes y papeles. Y por favor, no ofendan nuestra inteligencia confundiendo “inversión” con “gasto” que es lo que hicieron contratando una plataforma cara y emergente que luego surcará los mares de regreso a Turquía y se acabó.
Ni siquiera concluyen la hidroeléctrica Toachi-Pilatón, cuya puesta en servicio es cuestión de una mínima inversión; pero insisten en culpar a Correa por no haberla terminado, ocultando que no lo hizo porque se acabó su periodo. Además, no es cierto que la RC sólo le haya apostado a las 8 hidroeléctricas que, como Coca Codo Sinclair, nos está salvando de la penumbra total, pues impulsó la energía eólica, a gas y la térmica. Por su inercia pretenden culpar a la sequía, que todos sabemos se trata de un fenómeno natural anual que afecta a toda la región, pero en los países vecinos no hay apagones, porque cumplieron con los planes maestros de electricidad.
Los privatizadores de acá no hicieron nada. Imagínense que el propio viceministro de Finanzas admite que, de 59 millones asignados para invertir en el sector eléctrico, apenas se han ejecutado 122 mil, 308 dólares. Prácticamente nada. Recordemos que el “Wold Energy Council of 2015”, en el ranking de Seguridad Energética a nivel mundial, ubicó a Ecuador después de Canadá, Dinamarca, USA, y Reino Unido, en el quinto lugar, por delante de modernos países industrializados del primer mundo. Y como se quedaron sin argumentos, ahora nos salen con que las hidroeléctricas se construyeron en lugares “desaconsejados”, ignorando a sabiendas que la planificación integral de esos proyectos fue realizada por INECEL de los tiempos de la “hora de Sixto”.
Señor ministro, ni Dios quiera que se queden… Cuando se enojan los compadres nos enterarnos que, ante la creciente presencia del Correísmo en el País, en reunión de Fundamedios, alguien de esa especie, aconsejó que la única forma es que los empresarios pongan plata y lo maten. ¿Mafia mediática?
Por Juan Cárdenas