En medio de una de las peores crisis energéticas que ha enfrentado el país, Coca Codo Sinclair se mantiene como un actor clave en la generación eléctrica nacional. Su diseño como central hidroeléctrica de pasada, que no cuenta con embalse, ha sido objeto de críticas infundadas, pero su aporte a la estabilidad del sistema energético es innegable.
Al ser una central de pasada, Coca Codo Sinclair utiliza el flujo natural de los ríos para producir energía y devuelve el agua a su cauce. Esto asegura un aprovechamiento sostenible del recurso hídrico.
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Las afirmaciones sobre un supuesto «desperdicio» de agua o de energía ignoran cómo funciona este tipo de infraestructura, que es común en centrales modernas alrededor del mundo.
De los 1500 megavatios de su capacidad instalada, la central ha llegado a generar 1000 megavatios en estos días. Con este nivel de producción ha permitido reducir significativamente los cortes de energía que afectan al país. Sin este aporte, la brecha entre la oferta y la demanda energética sería mayor, lo que agravaría los apagones y sus consecuencias para la población y las industrias.
Por eso, asegurar a Coca Codo Sinclair su mantenimiento continuo para garantizar una operación segura y eficiente debe ser una prioridad en trabajos que se enmarcan tareas regulares de una obra de esta magnitud. Mantener esta infraestructura en buen estado no es un lujo, sino una necesidad para asegurar que siga aportando al sistema eléctrico nacional y que su vida útil de 50 años, incluso se alargue.
Si esta central no estuviera en operación, el país enfrentaría apagones más frecuentes y prolongados, junto con un aumento en la dependencia de combustibles fósiles para suplir la demanda energética. Esto implicaría mayores costos para el Estado y un impacto ambiental significativo debido al incremento de emisiones de carbono.
Con creces, Coca Codo Sinclair ha demostrado ser una pieza clave para la generación eléctrica del Ecuador. Más allá de polémicas y de declaraciones con claros sesgos políticos, su aporte actual permite evitar problemas mayores en el sistema energético.
FIN