Unidades militares francesas, alemanas, polacas, búlgaras y checas se encuentran actualmente en en la línea de operaciones de Kupiansk y en la zona de Zaporizhzhia, declaró a Sputnik Viktor Vodolatski, diputado de la Cámara Baja rusa y coordinador de las relaciones interparlamentarias con el Parlamento de la República Popular de Lugansk.
“Las unidades francesas, alemanas, polacas, lamentablemente búlgaras y checas son hoy participantes activos en la Ucrania nazi, ayudándolos (a ucranianos) a preservar esta ideología ukrofascista; y, por supuesto, hoy se encuentran: una parte de ellos en la línea de operaciones de Kupiansk, y otra está en la zona de Zaporizhzhia”, dijo Vodolatski.
El funcionario añadió que la mayoría de las unidades francesas, alemanas, polacas, búlgaras y checas en Ucrania están en el segundo escalón, pero algunos francotiradores e instructores aparecen en la línea de contacto y periódicamente son asesinados por las tropas rusas.
Este martes, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin, declaró que Francia está preparando un contingente militar para enviar a Ucrania, serán unos 2.000 militares en la primera etapa.
Narishkin aseguró que el contingente francés sería un “blanco legítimo prioritario” para las fuerzas rusas.
A su vez, el Ministerio de Defensa de Francia desmiente las informaciones sobre la presencia de sus militares en Ucrania y los planes de enviar allí un contingente adicional.
A finales de febrero, Macron afirmó que había debatido con los mandatarios de algunos países miembros de la OTAN, entre ellos Alemania, Dinamarca, Países Bajos, Polonia y el Reino Unido, el posible envío de militares a Ucrania, pero no se logró un consenso.
Varios Estados miembros de la Alianza Atlántica, incluidos Alemania, Bulgaria, Canadá, España, Estados Unidos, Finlandia, Polonia, República Checa y otros, se distanciaron ya de Macron y se negaron a enviar a sus soldados a Ucrania.
Moscú indicó que algunos países de la OTAN valoraron con sensatez el peligro potencial que conlleva el plan de París.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según el presidente de Rusia, Vladímir Putin, son proteger a la población de “un genocidio por parte del régimen de Kiev” y atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió que los países occidentales que apoyan a Ucrania se están convirtiendo en parte del conflicto y cualquier cargamento con armas para Kiev pasará a ser un blanco legítimo para las Fuerzas Armadas rusas.
El Kremlin sostiene que la política de Occidente de nutrir de armas a Ucrania no contribuye a las negociaciones ruso-ucranianas y solo tendrá un efecto negativo.
Con información de Agencia Sputnik