¿Realmente el Gobierno está comprometido con fortalecer la dolarización, o simplemente ha estado jugando con las palabras?

La dolarización en Ecuador ha sido un tema candente desde que se adoptó el dólar estadounidense como moneda oficial en el año 2000.

A medida que el país enfrenta desafíos económicos, la discusión sobre fortalecer este sistema monetario se vuelve aún más relevante.

Sin embargo, la reciente postura del gobierno de Daniel Noboa ha generado escepticismo y críticas, evidenciando una aparente contradicción entre su discurso y sus acciones.

El bloqueo a la dolarización: contradicción

Este jueves, el movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) se unió al Partido Social Cristiano (PSC) en la Asamblea Nacional, bloqueando una iniciativa clave para que el dólar sea considerado en la Constitución como la moneda oficial.

La asambleísta Esther Cuesta, del movimiento de la Revolución Ciudadana, no dudó en calificar esta actitud como un “discurso de cartón”.

Su denuncia pone de relieve una preocupación creciente: ¿Realmente el Gobierno está comprometido con fortalecer la dolarización, o simplemente ha estado jugando con las palabras?

La propuesta de modificar el artículo 303 de la Constitución, impulsada por Pabel Muñoz (ahora alcalde de Quito) en 2021, buscaba formalizar la dolarización en la ley fundamental del país.

Sin embargo, el obstáculo presentado por ADN y PSC suscita preguntas sobre la sinceridad del gobierno en su promesa de apoyar este sistema económico practicado por millones de ecuatorianos.

El impacto en la inversión extranjera y el crecimiento económico

La obstrucción a la dolarización no solo afecta la estabilidad monetaria del país, sino que también repercute en la confianza de los inversores extranjeros.

Como mencionó Cuesta, las remesas de migrantes actualmente superan la inversión extranjera directa en Ecuador.

Este fenómeno no es casual; la inseguridad jurídica y otros problemas estructurales han hecho que los inversores miren hacia otro lado.

Si el gobierno de Noboa realmente deseara atraer capital extranjero, reforzar la dolarización debería ser una prioridad.

Pero en lugar de ello, observamos un estancamiento que podría tener consecuencias graves para la economía ecuatoriana.

La falta de inversiones frena el crecimiento, limita la generación de empleo y perpetúa la dependencia de las remesas.

La necesidad de un cambio de paradigma

El llamado de Cuesta a los legisladores para que actúen con patriotismo no puede ser ignorado.

Ecuador necesita un cambio de paradigma que permita establecer un marco legal claro y estable que fomente la confianza ciudadana y empresarial en la dolarización.

Obligar al gobierno a cumplir con sus promesas en relación a la moneda y la economía debería ser parte de la agenda política actual.

Una enmienda constitucional que formalice el uso del dólar podría ser un paso crucial hacia la recuperación económica.

Sin embargo, esto solo ocurrirá si hay un compromiso genuino por parte de los actores políticos, tanto en el gobierno como en la oposición.

La dolarización como clave para el futuro de Ecuador

La situación actual revela que el compromiso del gobierno de Noboa con la dolarización es, en gran medida, una ilusión.

La obstrucción de las iniciativas en la Asamblea Nacional es un claro indicativo de que las palabras y las acciones chocan de frente.

Si Ecuador aspira a un futuro próspero, es fundamental que todos los sectores trabajen juntos para fortalecer su economía y, por ende, su sistema monetario.

La dolarización no es solo un tema técnico; es un asunto que toca la vida diaria de cada ecuatoriano.

La responsabilidad recae ahora en los legisladores y en el mismo pueblo para exigir que se actúe en consecuencia y que las promesas de progreso no se queden en simples discursos vacíos.

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