
Lindsay Lohan en el estreno de ‘Our Little Secret’ en noviembre de 2024.James Devaney (GC Images)
¿Es bótox? ¿Son rellenos? ¿Se trata de un nuevo ‘lifting’ facial? Mientras muchas celebridades lucen un rostro 20 años más joven, todos se preguntan qué tratamientos hay detrás de la nueva belleza indetectable. Expertos analizan el fenómeno, que aunque parezca discreto, no siempre funciona bien
El pasado 5 de diciembre la dermatóloga Radmila Dukian, fundadora de Lucia Clinic en Dubái publicó en su cuenta de Instagram una fotografía junto a la actriz Lindsay Lohan (sin rastro de maquillaje) y el texto “la confianza es la base de nuestra relación”. El post generó comentarios como “necesito todo el ‘pack Lindsay Lohan” o “Dios mío, así que eres tú la que está detrás del brillo secreto del que todo el mundo está hablando”. Desde verano, las especulaciones sobre los diversos tratamientos a los que la actriz se había sometido para lograr un rostro joven, deshinchado y radiante acaparaban innumerables titulares.
En el último año, este fenómeno no para de crecer y cada vez son más celebridades las que recurren a tratamientos supuestamente discretos para lograr una apariencia sin edad definida. En redes se multiplican los vídeos que tratan de explicar los protocolos para lograr la undetectable era (indetectable era) de la belleza, que es justo lo opuesto a la cara de Instagram caracterizada por frentes congeladas, labios XXL y signos evidentes de uso y abuso de neuromoduladores, rellenos y filtros. ¿Qué ha cambiado?
La Dra. Beatriz Beltrán, fundadora de la clínica que lleva su nombre y único miembro español de la ISAC (Sociedad Internacional de Complicaciones Estéticas) habla claro: “Hay una vuelta a la naturalidad y los pacientes quieren verse mejor sin que nadie note que se han realizado tratamientos. Es comparable con la discreción del lujo silencioso que impera en la moda. Suben los tratamientos preventivos, que evitan que los signos del envejecimiento se marquen en el rostro, y la corrección sin excesos centrada en mantener los rasgos y la individualidad de cada paciente. Se ven mejor, pero son ellos mismos y se reconocen frente al espejo”. La Dra. Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto coincide “las pacientes solicitan tratamientos que mantengan su esencia, no quieren caras iguales, sólo quieren verse con buena cara, con un aspecto cuidado y saludable que en general suele ir asociado a un estilo de vida y un concepto del autocuidado que se traduce en un aumento de la autoestima, que a su vez es favorecedora. Hace años la medicina estética se utilizaba solo a edades avanzadas y hoy la horquilla de edad se ha ampliado mucho. Si tratamos de forma temprana, con enfoque preventivo, sobre los puntos anatómicos estratégicos del rostro, detectados tras un análisis facial, nos veremos favorecidos sin perder naturalidad y frenaremos los signos de cansancio y la flacidez futura”.
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