Quito, septiembre 2025.– La recuperación de un bosque tropical tras la deforestación no es un proceso rápido ni sencillo. Aunque solemos imaginar que, con dejar de talar y dar tiempo a la naturaleza, los árboles y animales volverán, la realidad es mucho más compleja: la regeneración puede tardar varias décadas, ya que no se trata solo de la reaparición de plantas, sino de la reconstrucción de las relaciones invisibles que sostienen el ecosistema.

Un estudio internacional realizado en el Chocó ecuatoriano por investigadores del Senckenberg Biodiversity and Climate Research Centre (SBiK-F), Goethe University Frankfurt, Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), Pontificia Universidad Católica del Ecuador, University of Ulm, Louisiana State University, University of Bern, Universidad Del Azuay y Smithsonian Tropical Research Institute confirma que los procesos ecológicos derivados de las interacciones entre plantas y animales son los que más tiempo necesitan para restaurarse.

Los científicos analizaron 62 parcelas en tierras agrícolas activas, bosques en recuperación y bosques primarios, con distintos niveles de conectividad con el bosque circundante. Entre los resultados más relevantes se encontró que:

  • La diversidad funcional de las plantas puede restablecerse en apenas un año, gracias a los árboles remanentes.
  • Los animales frugívoros requieren en promedio 40 años para recuperar sus funciones.
  • Las interacciones planta-animal, esenciales para mantener vivo al bosque, tardan alrededor de 20 años en condiciones favorables y más de 30 años en fragmentos aislados.

Actualmente, los bosques primarios sin intervención humana representan solo un tercio de los bosques tropicales del planeta. Los otros dos tercios están compuestos por bosques secundarios degradados o en recuperación, lo que hace que la restauración sea clave para preservar la biodiversidad.

El estudio advierte que evaluar únicamente la cantidad de especies no basta para medir el éxito de la restauración. Es indispensable considerar la recuperación de los procesos ecológicos, como la dispersión de semillas mediada por animales, de la cual dependen casi el 90% de las plantas en los bosques tropicales.

Los hallazgos demandan estrategias de conservación a largo plazo que permitan a los bosques secundarios madurar y recuperar las funciones necesarias para la regeneración natural. Esto implica mantener programas de al menos dos décadas y asegurar la conectividad entre fragmentos para facilitar la dispersión de semillas y la recuperación del ecosistema.

🔗 Acceda al estudio completo aquí

Con información de INABIO

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