La ofensiva a gran escala anunciada por las autoridades israelíes en la ciudad «no solo sería aterradora para el más de un millón de civiles palestinos refugiados allí sino que marcaría la sentencia de muerte para nuestros programas de ayuda», advirtió António Guterres en la apertura de la 55ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, que se celebra en Ginebra.
El secretario general dijo que «nada puede justificar los asesinatos, heridas, torturas y secuestros deliberados de civiles por parte de Hamás, el uso de la violencia sexual o el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra Israel».
«Y nada justifica el castigo colectivo del pueblo palestino», añadió, mientras la principal agencia de ayuda de las Naciones Unidas para los palestinos (UNRWA) llamó a actuar para prevenir una hambruna a gran escala en Gaza.
Ayuda humanitaria «totalmente insuficiente»
Guterres destacó que «la ayuda humanitaria sigue siendo totalmente insuficiente». «Reitero mi llamamiento a un alto el fuego humanitario y a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes», insistió.
El Gabinete de Guerra de Israel recibió ya el plan diseñado por el Ejército para expandir su ofensiva terrestre dentro de la Fanja de Gaza a Rafah, en el extremo meridional fronterizo con Egipto, donde viven casi 1,5 millones de gazatíes, la mayoría de ellos desplazados allí al inicio de la guerra desde el norte, que ha quedado totalmente devastado.
Más información en DW