Actualmente existen varias restricciones en las rutas marítimas internacionales que afectan al comercio mundial. La navegación, medio por el que setransporta más del 80% del volumen mundial de mercancías, sufre no sólo la piratería en zonas de Asia y África, sino también los efectos de los conflictos armados y el bajo nivel de las aguas en algunos puntos.
Cuellos de botella mundiales
Dos de las tres vías marítimas artificiales más importantes del mundo no son actualmente navegables en plenitud: el Canal de Suez, en Oriente Medio, por razones de seguridad, y el Canal de Panamá, en Centroamérica, debido a un permanente bajo nivel del agua.Cada una constituye un importante atajo para el transporte por vía marítima, acortando rutas alrededor de África y Sudamérica y haciendo innecesario el paso por los peligrosos extremos meridionales del Cabo de Hornos y el Cabo de Buena Esperanza.
Estas dificultades fueron puestas sobre la mesa en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), celebrada recientemente en Ginebra. Ahí se constató que los transportistas tienen que dar largos rodeos para evitar ataques o para tener suficiente agua bajo la quilla, lo que encarece los costos y aumenta significativamente el perjucio medioambiental ocasionado por las emisiones de los buques.
Así mismo, el cambio de rutas y la prolongación de la duración de los trayectos ha alterado los planes de distribución: los envíos de contenedores llegan más tarde de lo previsto, lo que pone en aprietos a los operadores portuarios, quienes deben organizar y planificar sus instalaciones con meses de antelación. El resultado son tiempos de espera más largos para los buques fuera de los puertos y retrasos en las fechas de entrega a los clientes.
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