La construcción de un dique permeable liderado por CELEC busca contener el avance de la erosión regresiva, fenómeno natural sin precedentes en el mundo, que amenaza la principal fuente de generación eléctrica del país, Coca Codo Sinclair.

El Gobierno Nacional, a través de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP), intensifica sus esfuerzos para mitigar la erosión regresiva del río Coca, un fenómeno geológico que desde 2020 amenaza la infraestructura de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. 

Con una capacidad instalada probada de 1.500 megavatios, esta central, diseñada y construida por Sinohydro, llega a superar la cobertura de 30% de la demanda eléctrica nacional, por lo que su protección es considerada prioritaria para la seguridad energética del país.

La obra principal en ejecución es un dique permeable ubicado a 7.8 kilómetros de la captación de la hidroeléctrica. Este dique, diseñado con el asesoramiento del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, busca desviar el cauce del río hacia formaciones rocosas resistentes y reducir la velocidad del agua para frenar el avance erosivo. 

La construcción está a cargo del consorcio SEMAICA Constructores, con un contrato de USD 17,3 millones. Según CELEC, el avance físico de la obra supera el 57%, aunque la erosión ya ha alcanzado zonas aguas abajo del dique.

En un comunicado oficial emitido hoy, CELEC publicó un mapa actualizado que muestra el progreso de las obras y la ubicación actual del frente erosivo, que se encuentra a 3.6 kilómetros de la captación de Coca Codo Sinclair. 

La situación se agravó tras las crecidas históricas del río registradas en junio y julio de este año, con caudales que superaron los 3.000 metros cúbicos por segundo, acelerando el desgaste del lecho y las márgenes del río.

La protección de Coca Codo Sinclair no es solo una prioridad técnica, sino un compromiso estratégico con el futuro energético del Ecuador y las entidades de Gobierno con empresas contratistas para garantizar la continuidad operativa de la central.

Además del dique, CELEC ha implementado otras medidas como muros de enrocado, pantallas de pilotes de concreto y acero, y desvíos parciales del río. Estas obras forman parte de un Plan de Estructuras de Protección que incluye etapas temporales y permanentes, diseñadas para desacelerar el fenómeno y estabilizar la zona.

La erosión regresiva del río Coca se originó tras el colapso de la cascada San Rafael en 2020, en un proceso inédito en el mundo, y desde entonces ha avanzado más de 16 kilómetros aguas arriba. Expertos advierten que, de no contenerse, podría comprometer a la hidroeléctrica, oleoductos, carreteras y puentes en la región amazónica.

Confirmado.net

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