
El pasado 11 de marzo, el escenario académico del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) en España fue testigo de una enriquecedora conferencia impartida por Diego Borja, candidato a la vicepresidencia de Ecuador por el movimiento de la Revolución Ciudadana.
En su intervención, Borja abordó con claridad y profundidad los diversos desafíos que enfrentan Ecuador y América Latina en los ámbitos de la economía, política, desarrollo y biodiversidad.
Un contexto político y económico complejo
Diego Borja comenzó su exposición delineando el complejo panorama político y económico de Ecuador.
Con un enfoque detallado, explicó los problemas estructurales que han impedido un desarrollo sostenido en el país.
La inestabilidad política, marcada por frecuentes cambios de gobierno y corrupción endémica, ha generado incertidumbre tanto a nivel interno como en la percepción internacional de Ecuador.
Borja ha destacado en varias oportunidades, durante entrevistas y mítines que, para que el Ecuador avance, es crucial estabilizar el entorno político a fin de atraer inversiones y generar condiciones propicias para el crecimiento.
Retos económicos: de la dependencia al desarrollo sostenible
Uno de los puntos más importantes de la conferencia fue la discusión sobre los retos económicos de Ecuador.
Diego Borja ha sido exponente de que la dependencia del país en las exportaciones de materias primas, como el petróleo, ha creado vulnerabilidades significativas frente a los vaivenes del mercado global.
Ha destacado que es necesario diversificar la economía mediante la promoción de sectores estratégicos como la agricultura sostenible, el turismo ecológico y las industrias tecnológicas.
Además, ha enfatizado en la importancia de fortalecer las PYMES, que son el motor del empleo local y pueden ser un pilar importante para la estabilidad económica.
Políticas de desarrollo con inclusión social
En cuanto al desarrollo, Diego Borja ha subrayado la importancia de implementar políticas inclusivas que beneficien a todos los sectores de la población.
De acuerdo con Borja, el desarrollo no sólo debe medirse en términos de crecimiento económico, sino también en el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos.
Propuestas como mejorar la educación, garantizar el acceso a servicios de salud y fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones fueron destacadas como esenciales para un desarrollo verdaderamente equitativo.