Es como si una cuadrilla de picapleitos asesorara en palacio. Se llenan de exagerado triunfalismo porque una de sus legisladoras, contra toda lógica jurídica y pese a resolución vinculante de fuero constitucional, demandó y obtuvo de un juez timorato y asustado una grosera intromisión en la primera función del Estado, con la intención de impedir los juicios políticos a los actuales ministros de la gallada, con la antojadiza leguleyada de que la Asamblea Nacional se ocupe de procesos archivados; pero los mismos asesores le encaman para que despotrique en contra de la justicia que ayer felicitaron, a causa de la detención de un joven víctima de un asalto en Guayaquil que actuó en defensa propia, pero que se topó con un fiscal que sigue al pie de la letra la peregrina teoría de su jefa máxima, de que deben pedir prisión preventiva en todos los casos, trastocando el principio de excepcionalidad que tiene la privación de libertad. No olvidemos que con esa “perla” se ganó el puesto ante el emperador Trujillo, cargo que no está dispuesta a dejar, aunque le interpele la Legislatura en proceso político que ella lo descalificó como “narcojuicio”, ante la delirante aclamación mediática de la falange odiadora. No se haga el desentendido, señor gobierno, déjese de efectos electoreros, simplemente cumpla con su obligación de garantizarnos la seguridad y ahórrese sus indultos.
Vinieron para hacer buenos negocios, ¡qué duda cabe!: que Olón, que el desayuno escolar, que la alimentación para los PPLs, que el etanol para Petroecuador. Como ven, el sector público sólo les sirve para hacer más ricos a los ricos y si es en familia, mejor. Achican el tamaño del Estado para que deje de “competir” con la iniciativa privada, con lo de atender salud, educación, seguridad, vialidad, bienestar. Ellos están dispuestos a ofrecernos a “módicos” precios prohibitivos. Que los del pueblo se mueran nomás de enfermedad y hambre. ¡Salados!, quién les manda a ser pobres. Otrita: “los ricos no roban”. Cuéntennos una de vaqueros…
A ver: todos los subsidios son inconvenientes “desperdicios” que concede el Estado a la chusma, como el de los combustibles y hay que eliminarlos por orden del FMI; en cambio los incentivos son medidas que asumen los neoliberales desde el poder para perdonarse los impuestos y pagar a precio de huevo los servicios públicos como la electricidad que a las grandes empresas mineras les cuesta apenas cinco centavos el kilovatio como “tarifa acordada con el Estado”. ¿Con el Estado? No nos hagan reír. Minfinanzas, allí está la plata del presupuesto. Además, recupere para el país la propiedad del OCP que sigue en manos de una transnacional petrolera, pese a que hace más de un año feneció la concesión, con un perjuicio para la caja fiscal sobre los 140 millones de dólares. Es la feria de la alegría; y nos dijeron que los “ricos no roban”.
Unos cabos sueltos: el mismo que invadió la Embajada de México en Quito, exige que se respete la Convención de Viena, en obediencia al amo imperial que pretende invalidar la voluntad del pueblo llanero. Nos cree idiotas. Otra del Guarderitas: que no se debe designar al nuevo Fiscal porque va a haber muertes. ¿Amenaza? Luego se escondería en una islita de Galápagos que piensa independizar. “Quien dice lo que no debe, escucha lo que no quiere”. Pigmeo mamarracho… Y la ultimita: una ciclista compatriota lidera la vuelta a Colombia, pese a no recibir apoyo de nadie “porque contamos con un presidente mediocre”, dijo.
Confirmado.net