En Cuenca, la candidata Luisa González logró congregar a una multitud ansiosa por un cambio significativo en el futuro del país.

El cierre de campaña de Luisa González, candidata presidencial por el movimiento de la Revolución Ciudadana en Ecuador, resonó con fuerza en la ciudad de Cuenca.

En un emotivo y vibrante acto, la candidata logró congregar a una multitud ansiosa por un cambio significativo en el futuro del país.

La Plaza Cívica 9 de Octubre fue testigo de un discurso que apeló a la unidad y al anhelo de justicia social, en un momento que muchos consideran crucial para el destino de Ecuador.

Un discurso apasionado: visión de un futuro mejor

El ambiente en la Plaza Cívica 9 de Octubre era electrizante. Con miles de simpatizantes vitoreando y ondeando banderas, Luisa González tomó el escenario para entregar un mensaje cargado de emociones y esperanzas.

Su discurso no solo abogó por el cambio, sino que pintó una imagen vívida de lo que podría ser un Ecuador mejor.

“Y vamos a trabajar juntos de la mano, lo que se viene es la dignidad de todo un pueblo, lo que se viene es la justicia social”, clamó la candidata.

Con un fuerte sentido de comunidad y pertenencia, González habló del orgullo de ser ecuatoriano y de la necesidad de reivindicar la dignidad de todos los ciudadanos.

«En Ecuador, los ecuatorianos valemos y valemos mucho; el autoestima, el orgullo de ser ecuatoriano empieza a despertar y a levantarse», continuó, capturando la atención de todos los presentes.

Un mensaje de esperanza y lucha colectiva

El mensaje central del discurso de González fue claro: la transformación de Ecuador depende de la unidad de su pueblo.

Al mencionar a diversos grupos vulnerables —niños, jóvenes, personas con discapacidad y adultos mayores— subrayó la importancia de construir un país inclusivo donde cada voz cuente.

“Vamos sin descanso a construir ese Ecuador justo, sí es posible; solo se requiere conocimiento, capacidad, experiencia, equipo, pero sobre todo amor,” expresó.

Esta declaración no solo promovía la esperanza, sino también un llamado a la acción, invitando a los ecuatorianos a involucrarse en el proceso electoral con alegría y determinación.

La convicción por un cambio definitivo

A medida que su discurso se acercaba a su fin, González exaltó la importancia de la valentía y el arduo trabajo que caracteriza a los ecuatorianos: “somos gente valiente, gente trabajadora, gente luchadora, gente que sabe emprender”.

Con esta afirmación, instó a sus seguidores a seguir adelante y a no rendirse, subrayando que este es el momento de cambiar el rumbo del país.

“Esta patria se une, esta patria se levanta y esta patria dice hasta aquí porque vamos al cambio definitivo. Vamos a vencer en las urnas y a conducir al Ecuador al desarrollo,” concluyó, dejándolos con un mensaje potente de unión y determinación.

Conversatorio previo con transportistas

Antes de su impresionante cierre de campaña, González mantuvo un conversatorio con transportistas locales, subrayando su compromiso con las problemáticas que estos enfrentan.

Durante este encuentro, se discutieron propuestas concretas como la reducción de aranceles y la posibilidad de acceso a créditos para la renovación de unidades.

Estas sugerencias no solo buscan mejorar las condiciones laborales de los transportistas, sino también fortalecer la infraestructura vial de Azuay, conectando sus rutas vitales con el resto del país.

«Vamos a fortalecer la infraestructura vial en Azuay para conectar sus rutas con el país, mejorar sus condiciones laborales y garantizar su seguridad», enfatizó González, dejando clara su intención de atender las necesidades más urgentes de los sectores productivos locales.

Cambio en el horizonte

El cierre de campaña de Luisa González en Cuenca fue más que un evento político; fue una manifestación de esperanza y un claro llamado a la unidad del pueblo ecuatoriano.

Su discurso encarnó la lucha por un futuro mejor, donde prevalezca la justicia social y la dignidad de todos.

Con el panorama electoral a la vuelta de la esquina, muchos ecuatorianos sienten que este podría ser el momento decisivo para el cambio que tanto anhelan.

Así, Cuenca se convirtió en el epicentro de una nueva ola de aspiraciones políticas, donde las palabras de González resonaron fuertemente, marcando el final de una campaña llena de promesas y una visión renovada para el Ecuador del mañana.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *