Quito, Activistas y colectivos feministas marcharon por las calles de las ciudades de Quito, en el norte de Ecuador, en Santo Domingo de los Tsáchilas (norte) y Guayaquil, en el suroeste, para manifestarse contra la violencia machista, que ya ha cobrado la vida de 1.921 mujeres desde 2014.
«Yo sabía que a los violadores los cuida la Policía», coreaban las manifestantes en la marcha que tuvo lugar por las calles de la capital del país y que concluyó frente a la Comandancia General de la Policía.
La marcha tuvo lugar en el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer y, aunque se había previsto que llegara al centro histórico de Quito, se desvió hasta la sede del cuerpo policial.
El domingo, el gobierno ratificó a los convocados que se impediría su arribo a la zona colonial de la ciudad, donde se ubica el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo ecuatoriano.
En un mensaje al país de la ministra del Interior, Mónica Palencia; el jefe del comando conjunto de las Fuerzas Armadas, Jaime Vela, y el comandante de la Policía Nacional, Vïctor Zárate, advirtieron a los manifestantes sobre la vigencia del estado de excepción y pidieron a la ciudadanía abstenerse de participar en hechos provocativos, así como evitar los «cánticos» ofensivos a los cuerpos de seguridad.
Sin embargo, en Quito los participantes, con tambores y consignas, se manifestaron frente a la Comandancia General para exigir el cese del flagelo y garantías de protección del Estado a la integridad física de las mujeres.
«Juntas somos más fuertes» y «existo porque resisto» fueron algunos de los mensajes que se leían en las pancartas de los participantes.
En lo que va de año se registran en Ecuador 215 muertes violentas de mujeres, de acuerdo con la Fundación ALDEA ( (Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo), que lleva un conteo paralelo al Estado ante la falta de estadísticas oficiales.
En estas manifestaciones se escucharon otra vez los nombres de la abogada María Belén Bernal, asesinada por su pareja dentro de la Escuela Superior de la Policía, en el norte de Quito, en 2022, un hecho que conmocionó al país y dio paso a la creación del Ministerio de la Mujer y los Derechos Humanos, tras varias protestas en las que participaron miles de mujeres.
Entre otros casos, también hubo exigencias por el caso de Aidita Ati, una militar que murió este año en un cuartel militar, presuntamente tras ser violada, y pese a lo cual el caso sigue estancado.
En un acto público más temprano, el presidente Daniel Noboa aseguró que los femicidios se han reducido en un 35 por ciento en el último año en el país, y, tras reconocer que este es un flagelo que afecta en todos los rincones del país, afirmó que la lucha contra la violencia hacia la mujer es una prioridad de su gobierno.
Con información de Agencia Sputnik