La vocera presidencial Carolina Jaramillo afirmó el 16 de junio que el Ecuador no sufrirá apagones en 2025, asegurando que se incorporarán 979,5 MW de “energía firme” al sistema eléctrico nacional. Sin embargo, varios expertos del sector energético contradicen esa versión y señalan que los cortes de energía podrían comenzar incluso antes de septiembre, si no se cuenta con generación operativa real y suficiente.

Consultores como Jorge Luis Hidalgo y Fernando Salinas advierten que el estiaje —cuando cae la generación hidroeléctrica— comienza en julio y se vuelve crítico entre septiembre y noviembre, por lo que tener nueva potencia instalada a diciembre no evitaría apagones en los meses más vulnerables.

Además, de los 979,5 MW que el Gobierno promete, solo 579 MW serían verdaderamente nuevos; el resto corresponde a recuperación de plantas existentes. Varios proyectos, como los de Progen, Machala o Gasvesubio, enfrentan arbitrajes, dependencia de gas o retrasos técnicos.

El propio CENACE advirtió en su último informe que para evitar apagones era necesario incorporar al menos 930 MW hasta el 30 de mayo de 2025, plazo que ya expiró sin cumplirse. También alertó que la importación de energía desde Colombia no es una garantía, debido a restricciones internas en ese país durante el estiaje.

Mientras el Gobierno insiste en que “el servicio de energía eléctrica está garantizado”, los datos técnicos y advertencias oficiales revelan un panorama mucho más incierto.

FIN

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