El sector eléctrico ecuatoriano atraviesa un desafío importante debido a la sequía prolongada que afecta a la región, impactando directamente en la generación hidroeléctrica, una de las principales fuentes de energía del país. En respuesta, el Ministerio de Energía ha implementado cortes programados de electricidad para aliviar la demanda en las horas pico, mientras trabaja en la diversificación de la matriz energética hacia fuentes térmicas, eólicas y solares.
El ministro de Energía, Antonio Goncalves menciona que la central demuestra un rendimiento eficiente y está generando el 57% de la energía hidráulica y ha destacado en varias entrevistas que, pese a la gravedad de la situación, se han logrado avances significativos, sobre todo gracias al aporte de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. En la entrevista en Teleamazonas, Gonalves subrayó que Coca Codo Sinclair ha permitido reducir el uso del embalse Mazar, lo que ha llevado a una recuperación de 1.60 metros de su cota desde el 21 de septiembre. Este logro ha evitado cortes de energía más severos en las ciudades, incluso permitiendo suspender algunos apagones programados.
En el programa Vis a Vis, el ministro recalcó que «si llueve mucho en Coca Codo, no desperdiciaremos esa energía», resaltando que la planta ha sido clave en minimizar los impactos de la crisis actual. Aunque persisten los apagones en ciertas zonas, el manejo efectivo de Coca Codo permitirá una mejor distribución y optimización de los recursos energéticos disponibles.
Además, Goncalves destacó los planes para adquirir más barcazas térmicas, lo que reforzará la capacidad de generación de energía mientras se avanza hacia una mayor autosuficiencia. A pesar de la complejidad de la situación, los esfuerzos coordinados, junto con el aprovechamiento de Coca Codo, han sido fundamentales para mitigar los efectos de la sequía.