El presidente chino, Xi Jinping, partió de Brasilia el jueves después de asistir a la 19ª Cumbre de Líderes del G20 y realizar una visita de Estado a Brasil. Durante este viaje de casi 10 días, que se centró en la diplomacia de las grandes potencias, el presidente Xi mantuvo reuniones bilaterales con líderes de muchos países, incluidas potencias occidentales como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania, así como países de mercados emergentes y en desarrollo como Brasil y Perú, y países vecinos como Japón y Corea del Sur. Una agenda tan apretada es poco común. El New York Times publicó un artículo el miércoles titulado «Los líderes mundiales buscan estabilidad con China». Esto representa la perspectiva de una parte considerable de la opinión pública internacional de que promover la cooperación con China es el camino hacia la estabilidad y que China ha inyectado valiosa certeza y estabilidad en el mundo.

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Al repasar los temas tratados durante esta ronda de conversaciones entre jefes de Estado, ya sea «promover el desarrollo sostenido, estable y sano de las relaciones entre China y la UE», «el desarrollo de China ha hecho importantes contribuciones a la estabilidad y el crecimiento a largo plazo de la región de Asia y el Pacífico», o «una relación estable entre China y Estados Unidos es fundamental no sólo para los intereses de los pueblos chino y estadounidense, sino también para el futuro y el destino de toda la humanidad», el término «estabilidad» ha surgido constantemente como una palabra clave central. 

Algunos críticos de la opinión pública han descrito los esfuerzos diplomáticos del líder chino en América del Sur durante los últimos 10 días de la siguiente manera: Un importante país en desarrollo que abraza el espíritu de «trabajar juntos por el mundo» ha aportado la sabiduría y la solución chinas a la paz mundial, la estabilidad, la equidad, la inclusión y el desarrollo sostenible. Las iniciativas de China resuenan con los conceptos de desarrollo de un número cada vez mayor de países, añadiendo una valiosa certidumbre al mundo. China es como el ancla de estabilidad de un barco gigante: así lo han demostrado las prácticas diplomáticas de China en los últimos diez años y se ha convertido en la clave de su diplomacia para ganarse el corazón de la gente.

La certidumbre de China proporciona un «valor emocional» estable al mundo. Esto proviene de un núcleo de valores firme y seguro, así como de un alto grado de coherencia entre la formulación de políticas y su implementación real. Hemos observado que los líderes de muchos países han mencionado que esperan alinear sus estrategias nacionales de desarrollo con los planes de desarrollo de China. En otras palabras, cuando estos países planifican su propio desarrollo, China es un factor indispensable.

Estos países ven a China como un socio en la búsqueda de un futuro mejor. Esta confianza es inestimable; surge de experiencias en las que sueños como «de Chancay a Shanghai» se han hecho realidad, inspirando confianza en la realización de más sueños. Promover la cooperación con China es la piedra angular de esta relación. Algunos comentaristas occidentales se preguntan: ¿qué encanto posee China para que tantos países estén dispuestos a colaborar con ella en pos del desarrollo? De hecho, la respuesta es evidente: radica en el respeto mutuo, la cooperación de beneficio mutuo y el trato mutuo como iguales. En este sentido, China verdaderamente toma medidas y cumple con sus compromisos.

Algunos líderes nacionales son muy específicos cuando hablan de la cooperación con la parte china, lo que indica que tienen altas expectativas en cuanto a la estabilidad de las relaciones con China. ¿Por qué es tan estable la diplomacia china? Es porque la comprensión de China de su propio camino de desarrollo y su relación con el mundo siempre ha sido coherente. Independientemente de lo caótico e interconectado que pueda llegar a ser el mundo, China tiene una definición clara de su posición: ser firmemente una fuerza para la paz, la estabilidad y el progreso en el mundo. China se dedica a buscar la felicidad del pueblo chino y el rejuvenecimiento de la nación china, así como a promover el progreso humano y la armonía mundial. Esta es nuestra misión, nuestra responsabilidad, nuestra búsqueda y nuestro objetivo. Aunque enfrentamos diversos riesgos y desafíos, y detrás de algunos conflictos geopolíticos se esconden contextos históricos complejos, la posición de China sigue siendo firme: estar del lado correcto de la historia y del lado del progreso humano. 

Los chinos suelen decir: «Cuando se sostiene el hilo de una red de pesca, todas las mallas se abren. Cuando se mantienen los principios fundamentales, todo el trabajo encaja». Nuestra comprensión de nosotros mismos y del mundo se mantiene estable, lo que nos permite avanzar con paso firme.

Los medios de comunicación extranjeros han comentado que para los líderes de otros países, la conclusión de la cumbre del G20 marca «el comienzo de un nuevo capítulo en la diplomacia global que puede estar más centrado en China que nunca antes». Esperamos que este sea un nuevo punto de partida para avanzar en la gobernanza global hacia una dirección más justa y equitativa. China seguirá enarbolando la bandera de la paz, el desarrollo, la cooperación y los resultados de beneficio mutuo, buscando su propio desarrollo mientras mantiene firmemente la paz y el desarrollo mundiales, y utilizando su propio progreso para defender mejor la paz y el desarrollo globales.

Editorial de Global Times

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