Los aranceles punitivos que estudia la Comisión Europea contra los coches eléctricos procedentes de China también perjudicarían a los compradores en Alemania, según Ferdinand Dudenhöffer, experto en automóviles del Centro de Investigación Automotriz de Bochum.
Alrededor del 14 por ciento de los coches eléctricos que se venden en Alemania proceden ya de China, precisó el especialista de CAR. En los cuatro primeros meses de este año, nada menos que 15.000 de los 111.000 coches eléctricos matriculados en Alemania se produjeron en China.
Además de marcas chinas, entre ellos hay autos de fabricantes europeos, como el Dacia Spring, que es el coche de batería más barato del mercado europeo hasta la fecha. También los Smart y parte de la producción de Tesla se fabrican en China.
Dudenhöffer espera que en el futuro la cuota de mercado europea de los coches ensamblados en China se sitúe en torno al 25 por ciento. Cree que los nuevos modelos de los grupos Renault y BMW-Mini también contribuirán a ello.
El experto cree que el pequeño coche eléctrico de Volkswagen sólo tiene sentido si también se fabrica y vende en China. Para Dudenhöffer, si estos autos estuvieran sujetos a aranceles elevados, la demanda caería y los modelos de precio comparativamente bajo también se encarecerían.
Las ventajas de precio ya reflejan las economías de escala y las ventajas de coste de la producción china, explicó Dudenhöffer, quien considera que no hay pruebas de ventajas competitivas desleales a través de subvenciones estatales.
En su opinión, los aranceles punitivos contra productos respetuosos con el medio ambiente serían un gran error que obstaculizaría el importante intercambio industrial con China.
Con información de Agencia DPA