El ministro de Energía encargado, Roberto Luque, anunció ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional las medidas proactivas que impulsa la cartera para proteger la generación de Coca Codo Sinclair, reconociendo su importancia vital para cubrir la demanda energética del país.

“La construcción de un dique seco es una de las múltiples estrategias que estamos implementando para proteger nuestra central de los efectos erosivos”, declaró. “Los análisis indican que hemos contenido la erosión y estamos trabajando incansablemente para garantizar que los sedimentos no interrumpan nuestra generación de energía”.

La central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, por encima de críticas sesgadas y políticas, ha demostrado con generación la capacidad que tiene para mantener iluminado al Ecuador, lo que ha destacado sin duda en medio de la crisis eléctrica. Sin embargo, aspectos externos como los sedimentos, generan obstáculos para su normal desarrollo, que se ha demostrado incluso sin que se le hayan hecho los mantenimientos periódicos que amerita una obra de esta naturaleza.

Este gigante energético, con una capacidad instalada de 1.500 megavatios, es la mayor infraestructura hidroeléctrica del país y sobrepasa el 30% de la energía que necesita el Ecuador. No solo representa un pilar en la matriz energética ecuatoriana, sino también un modelo de sostenibilidad al evitar contaminación por ser energía limpia y eficiencia al generar de manera constante el flujo que se espera de la central.

Sin embargo, incluso frente a su grandeza, Coca Codo Sinclair no está exenta de enfrentar desafíos inherentes a su operación, y uno de los más recurrentes ha sido la sedimentación. Es un proceso generado por el entorno natural, que implica la acumulación de materia en el embalse, y que puede tener repercusiones adversas, afectando el trabajo y la vida útil de las turbinas, a más de disminuir la capacidad de almacenamiento de agua. 

Ante esta realidad se han desplegado sistemas de monitoreo para abordar este fenómeno. La sedimentación debe ser objeto de una vigilancia constante que asegure así las operaciones de la central y que no se vean comprometidas por este fenómeno natural.

Además del dique seco anunciado por el ministro, quien visitará en los próximos días la central, se están desarrollando soluciones técnicas para mitigar el impacto de la sedimentación. Entre ellas se incluye la optimización de la operación de las compuertas para maximizar el flujo de sedimentos y la aplicación de tecnología de dragado para remover los sedimentos acumulados de manera eficiente y precisa.

Coca Codo Sinclair no es únicamente una fuente de energía: es un símbolo de la resiliencia y la capacidad de innovación de Ecuador. La central desempeña un papel crucial en la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y en la lucha contra el cambio climático. Además, es un motor de desarrollo económico, proporcionando empleo y fomentando la industria local.

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