No es un secreto que la Central Coca Codo Sinclair provee hasta el 30% de la energía eléctrica del país y en tiempos de estiaje ha sido un aporte fundamental para mantener iluminado al Ecuador.
Con 1.500 MWH de potencia instalada, ésta hidroeléctrica, ubicada en las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos es la más grande del Ecuador. La fase dos de su operación inició en octubre de 2016 y se prevé que brindará energía por 50 años más, siempre y cuando se realicen los mantenimientos que necesita, y que son responsabilidad del estado ecuatoriano, a través de CELEC EP.
La crisis energética que vive el país se debe a varios factores, entre ellos el incumplimiento del Plan Maestro de Electrificación, la falta de inversión pública y privada, la existencia de mafias en el sector, la sequía en las cuencas de los ríos que abastecen a las plantas generadoras eléctricas, etc. Y no están conectados con el funcionamiento de Coca Codo Sinclair, como lo han intentado posicionar en los últimos días.
En su comparecencia ante la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, el ministro de Energía encargado, Roberto Luque, reconoció la importancia vital que tiene Coca Codo Sinclair para cubrir la demanda energética del país.
Explicó que la central se encuentra funcionando de forma normal, pero que requiere un mantenimiento que no se ha podido ejecutar por la generación de energía que provee y que necesitarían reemplazar durante el tiempo que tome este proceso.
“Coca Codo Sinclair necesita un mantenimiento efectivamente, y ese mantenimiento se ha venido dilatando y la idea es que con esta nueva generación (con contratación de otras fuentes de energía) nosotros podamos programar, en algún momento, hacerla”, señaló Luque.
Y añadió que “evidentemente, el sector de generación eléctrica en el país es muy dependiente de las centrales hidroeléctricas y por eso una programación efectiva hay que tomarla con mucha precaución”.
En una reciente visita de los canales Teleamazonas y Ecuavisa a la central, estos pudieron constatar que Coca Codo Sinclair está funcionando con normalidad a pesar de la sedimentación, que es un proceso natural que implica la acumulación de materia en el embalse que puede generar problemas en las turbinas.
“El problema de los sedimentos -según los estudios preliminares- ha aumentado por la actividad de la población en sus riveras altas. Por eso los deslaves son más frecuentes y llevan basura y sedimentos al agua”, señaló Ecuavisa en su reportaje.
A esto se suman los altos caudales, que han llegado a más de 2.000 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio es de 350.
El medio además resaltó que “Aunque la captación ha parado 12 veces este año a causa de los sedimentos, la hidroeléctrica (Coca Codo Sinclair) solo ha dejado de operar seis veces porque tiene un embalse compensador que le permite funcionar a plena capacidad hasta durante cuatro horas”.
La producción de Coca Coco Sinclair sigue siendo casi la mitad de toda la energía hidráulica que produce el país. Según datos de Cenace, este lunes 13 de mayo produjo el 41% de energía del 84% total de la producción hidráulica del Ecuador.
Esta obra emblemática, construida orgullosamente por Sinohydro Corporation, lleva funcionando ocho años ininterrumpidos y ha permitido la generación de energía limpia antes, durante y después de los periodos de estiaje, por lo que constituye un pilar fundamental para la generación de energía eléctrica en el Ecuador.
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