
En un clima político tenso y lleno de acusaciones, el alcalde de Quito, Pabel Muñoz, ha tenido que salir en rechazo público a los señalamientos realizados por la ministra de Energía, Inés Manzano.
Las declaraciones de la ministra sugieren una supuesta conexión del alcalde con planes de sabotaje contra las fuentes de agua que abastecen a la capital ecuatoriana.
La respuesta contundente de Pabel Muñoz
En un video compartido en sus redes sociales, Pabel Muñoz se dirigió a los ciudadanos quiteños para aclarar la situación.
Afirmó que, tras conocer las declaraciones de Manzano, suspendió su agenda fuera de la ciudad para abordar inmediatamente el tema.
«No permitiremos que nadie, absolutamente nadie, afecte contra la capital de la República», declaró Muñoz, enfatizando su compromiso con la seguridad de los recursos hídricos de Quito.
El alcalde detalló tres acciones inmediatas para aumentar la protección de las fuentes de agua.
En primer lugar, decidió ampliar el número de guardaparques y agentes de seguridad privada en las fuentes hídricas.
Esta medida busca garantizar que todos los puntos críticos estén resguardados y protegidos contra posibles amenazas.
En segundo lugar, hizo un llamado a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad de la infraestructura sensible de la ciudad.
Muñoz subrayó la importancia de que cualquier funcionario público, incluida la ministra, que tenga información sobre amenazas a la infraestructura esencial, lo comunique a la Fiscalía General del Estado.
Responsabilidad y denuncia
Una de las críticas más contundentes que realizó el alcalde Muñoz fue a la falta de acción de la ministra Manzano.
Aseguró que, si realmente tenía información sobre potenciales atentados, su deber era reportarlo a las autoridades competentes y no difundirlo en medios de comunicación sin fundamento.
«Su obligación no es dar entrevistas, su obligación es generar las denuncias del caso», subrayó Muñoz, demandando una conducta responsable de todos los funcionarios públicos.
Esta insistencia en la responsabilidad administrativa resuena profundamente en la ciudadanía quiteña, que espera que sus líderes actúen con seriedad y en beneficio del bienestar colectivo.
La confianza en las autoridades es crucial, especialmente cuando se trata de la seguridad del agua, un recurso vital para todas las actividades de la capital.
Solidaridad y comunidad
Además de abordar la controversia política, Muñoz hizo un llamado a la solidaridad entre los quiteños en tiempos difíciles.
Mencionó la crisis que enfrenta Esmeraldas, un cantón que está sufriendo un apocalipsis ambiental.
Enfatizó la importancia de que Quito contribuya con ayuda, suministrando agua potable y donaciones para apoyar a los afectados.
“Es importante que todos los que podamos ayudar así lo hagamos”, instó.
Este aspecto comunitario destaca la fortaleza de la solidaridad entre los ciudadanos de Quito, quienes han mostrado un espíritu altruista en tiempos de crisis.
El alcalde también alentó a los quiteños a mantenerse vigilantes ante cualquier intento de dañar a la ciudad, recordando que la unión es clave para enfrentar los desafíos que podrían surgir.
Liderazgo responsable
La situación desatada por las declaraciones de la ministra Manzano pone de relieve la necesidad de un liderazgo político que priorice el bienestar del pueblo sobre intereses personales o políticos.
La seguridad del agua en Quito no debería ser un tema de especulación política, sino de acción concreta y colaboración entre las autoridades.
Pabel Muñoz ha dejado claro su compromiso por trabajar en conjunto con los ciudadanos y las fuerzas de seguridad para proteger los recursos hídricos de la capital.
La defensa activa de la infraestructura sensible no solo es una responsabilidad del gobierno local, sino un deber compartido por todos los quiteños.
La vigilancia ciudadana puede ser un baluarte ante intentos de sabotaje y manipulación política.