Por Yurien Portelles.- Sentado en su oficina de un piso 11 en Quito, con el ruido de la ciudad como fondo, el científico ecuatoriano Inty Gronneberg se concentra para exponer la que es, quizás, su mayor preocupación: el plástico ya está en el «menú» de los seres humanos, debido a la creciente e imparable contaminación de los mares y océanos.

«El problema sigue avanzando y ya está afectando a la salud de los seres humanos. De hecho, según estudios se estima que estamos consumiendo en microplásticos el equivalente al tamaño de una tarjeta de crédito, por mes, procedente de todo ese plástico mal manejado que llega hacia el océano», dijo Gronneberg a la Agencia Sputnik.

Gronneberg detalló que hace 7 años, cuando comenzó su empresa Itchion, se vertían 8 millones de toneladas de plástico, pero ahora la cifra es de 14 millones.

«Si la tendencia continúa, al 2050 vamos a tener más plástico que peces. Ya no es tan lejano. Eso significa Apocalipsis», aseveró.

El microplástico no son más que las partículas de plástico, menores de 5 milímetros, resultantes de la degradación de los residuos de este material que son arrojados llegadas al océano y que, según su composición, pueden tardar entre 5000 y 1.000 años en degradarse por completo.

Multipremiado tanto en su país como a nivel internacional por su liderazgo en la lucha contra la contaminación ambiental, este ecuatoriano no descansa en su objetivo de limpiar las fuentes hídricas y generar conciencia sobre la necesidad de proteger el medioambiente, particularmente enfocado en las Islas Galápagos.

Aseguró que la mayor concentración de plásticos que llega a Galápagos se está dando por la basura proveniente del Ecuador, Perú, Colombia y las botellas de procedencia asiática, en particular de China, presumiblemente procedentes de buques pesqueros.

GALÁPAGOS GUARDIANS

Galápagos Guardians es el más grande de los proyectos hasta ahora impulsados por Itchion y busca evitar que lleguen al Océano Pacífico los desechos de los plásticos que viajan por los ríos hacia ese sitio, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad (1976); Reserva de la Biosfera de la Unesco (1984) y Sitio Ramsar (2001).

«Ese proyecto busca reducir en un 30 por ciento la contaminación que llega a las islas Galápagos hasta el 2030. Le quiere convertir al Ecuador en el primer país que logre reducir la curva de contaminación (por plástico) en vez de su aumento y es el proyecto global más grande en contra de la contaminación usando tecnología», explicó.

Itchion ha desarrollado su propia tecnología con este objetivo, en particular con el sistema «Azure», el más premiado, diseñado para frenar el arribo del plástico a los mares y océanos, en el cual se utiliza la inteligencia artificial para identificar la basura.

Otra de las herramientas utilizadas son los mapeos aéreos de los ríos, para entender por dónde ingresa la basura, que ahora están aplicando también en las áreas costeras para tomar acciones.

Para ello será colocada la tecnología «Azure» en el río el Guayllabamba, en la provincia de Pichincha, donde recala la basura mal manejada de la ciudad de Quito, y también en dos afluentes de Guayas (sureste), el Daule y el Babahoyo, mientras en la parte ancha del río Guayas se ubicará un sistema constituido por celdas flotantes.

En su opinión existe una relación entre la contaminación y la pobreza, por lo cual en las zonas pobladas de personas de escasos recursos es mayor la afectación a los ríos, pero no precisamente por su responsabilidad, sino por la ausencia o deficiencia de sistemas de recolección de basura.

PLÁSTICO EN PLACENTA Y TESTÍCULOS

Gronneberg ya intentó postularse a la Presidencia de Ecuador, porque ve una estrecha relación entre política pública y medioambiente para que la humanidad pueda hacer una transición ecológica y dar paso a la protección de la naturaleza a través de iniciativas.

«El plástico está en el menú ya. Hay estudios en los que se han encontrado plástico en la placenta de mujeres embarazadas y en los testículos de los hombres (…) y se está viendo una probable relación entre fertilidad y los microplásticos que están ya en nuestra sangre, además otros impactos en la salud como puede ser el cáncer. Entonces ya el plástico está en el menú», recalcó.

En opinión de Gronneberg la humanidad precisa tomar cartas en el asunto y reducir el daño que se está auto-ocasionando, para lo cual la tecnología puede ser un factor habilitante para combatir un grave problema como este, aun cuando opina que cada vez queda menos tiempo para ello.

«Sabemos que del 60 al 80 por ciento de lo que llega a los océanos viaja a través de ríos. Los ríos son el principal camino de contaminación y en el caso ecuatoriano, todo lo que sale por las corrientes oceánicas que chocan en la línea ecuatorial, va a Galápagos», anotó.

Más de 50 especies de Islas Galápagos ya están afectadas por contaminación de los microplásticos y una de las más impactadas son las tortugas gigantes que le dan nombre al archipiélago, ubicado a unos 1.000 kilómetros de la costa continental ecuatoriana, de acuerdo con un estudio publicado este año.

«El estudio estaba tomando muestras de la comida de las tortugas gigantes de Galápagos en un sector de Isabela y todas tenían trazos de microplástico», indicó.

Una de las iniciativas en la que trabaja Itchion es la elaboración de rejillas para filtrar la basura en las alcantarillas. Estos aditamentos serán elaborados con el reciclaje de la basura recogida en los ríos.

Galápagos, insiste, es un espejo donde deberían mirarse los ecuatorianos, porque en ese «paraíso natural» fue donde Charles Darwin creó su teoría de la evolución de las especies y hay que cuidarlo por ser un lugar de una rica vida marina, un lugar donde sus pobladores son celosos cuidadores de su medio ambiente.

«Ahora, pongámonos en los zapatos de los habitantes de Galápagos: ¿qué sienten ellos haciendo todo ese cuidado y cuando van a la playa encuentran basura que les llega del continente?», se cuestionó.

Con información de Agencia Sputnik