Las autoridades de Ecuador y España realizaron el martes un operativo simultáneo para desarticular una red transnacional dedicada al tráfico de drogas hacia Europa, en el cual fueron arrestados 30 personas de varias nacionalidades, incluido el cabecilla, un ciudadano albanés.

«Esa estructura tenía un líder albanés, asimismo tenía dos coordinadores directivos que tenían los vínculos societarios. Estos ciudadanos tenían ciudadanía albanesa y argentina. Además, tenían coordinadores logísticos que se encargaban del transporte, el acopio, la seguridad y también tenían colaboradores que fungían como testaferros, hacían los pagos de la cancelación de la droga que era transportada hacia Europa», informó William Villarroel, director nacional de Investigación Antidrogas de la Policía Nacional del Ecuador.

En rueda de prensa, Villarroel indicó que entre los detenidos estaba el líder de la organización y las personas que integraban la parte societaria de esas empresas, pero sin mencionar el nombre.

El Gobierno ecuatoriano señaló que esta operación es «un golpe al crimen organizado», en un comunicado oficial difundido por la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, en la red social X.

«La investigación, que se prolongó durante 30 meses, identificó a un ciudadano albanés como el presunto líder de la red criminal», agregó el texto, aunque sin indicar su nombre.

La prensa ecuatoriana ha sugerido que podría tratarse de Dritan Gjika, vinculado a una investigación anterior en este país y quien estaría en un paradero desconocido, según el jefe policial.

El nombre de Gjika ya había saltado a la palestra pública en Ecuador, tras ser vinculado con un empresario asesinado el año pasado, Rubén Chérrez, tras la delación de una red de corrupción en el país, según una investigación periodística en la que también fue señalado el empresario Danilo Carrera, cuñado del expresidente Guillermo Lasso (2021-2023).

La banda desarticulada este martes enviaba droga a Europa en contenedores a través de 10 empresas lícitas, 6 en Ecuador y 4 de España, con gran actividad comercial.

«Ellos traían la droga desde el Valle del Cauca (Colombia) y por vía terrestre llegaban a la ciudad de Tulcán (provincia ecuatoriana de Carchi, en la frontera binacional) y luego avanzaban por las rutas en camiones en los cuales ocultaban las sustancias estupefacientes hasta los centros de acopio que los tenían en Cotopaxi, Los Ríos y Guayas (provincias de Ecuador), para posteriormente sacar esa droga, trasladarlas a unas fincas, y luego camuflarlas para que, camufladas en el producto, en el contenedor, o con ‘gancho ciego’, llevarlas hasta los puertos para que vayan a su destino final», describió Villaroel.

Posteriormente, el cargamento de droga era distribuido en varios países, como España, Bélgica, Países Bajos y Türkiye.

Entre los detenidos en el operativo, conocido como «Gran Fénix» en Ecuador y como «Pampa» en España, se encuentran ciudadanos de nacionalidad ecuatoriana, colombiana, argentina, albanesa, española y china, pero Villarroel no descartó que sean vinculadas más personas en este caso.

En los 57 allanamientos realizados fueron incautados 2.377 kilos de droga, y decomisadas 10 armas, 27 dispositivos móviles, 22 vehículos, bienes inmuebles, y cerca de 500.000 euros en España (unos 538.000 dólares), mientras Ecuador contabiliza el monto de dinero requisado.

El jefe policial precisó que en otra investigación por lavado de activos se ha podido conocer que con el dinero proveniente del tráfico de drogas la red compraba bienes muebles e inmuebles.

Daniel Vázquez, jefe de la Brigada Antiblanqueo de Capitales de la Policía Nacional de España, afirmó en rueda de prensa que esta investigación «es un hito en la colaboración entre diferentes países en la lucha contra el crimen organizado».

Con información de Agencia Sputnik