La Audiencia de Barcelona considera probado que el futbolista agredió sexualmente a la víctima y que además hubo “uso de la violencia”, pero le rebaja la pena por la reparación económica del daño.

La Audiencia de Barcelona ha condenado a Dani Alves a cuatro años y medio de prisión como responsable de la agresión sexual a una joven de 23 años en los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton, en Barcelona. Los magistrados de la Sección 21ª dan credibilidad al relato de la víctima sobre los hechos y consideran probado que el exjugador del FC Barcelona la penetró vaginalmente sin su consentimiento y “con uso de la violencia”. La víctima de la violación ha recibido la noticia de la sentencia condenatoria, que no es firme y puede ser recurrida, en el despacho de su abogada, Ester García. El tribunal ha acordado, además, mantener a Alves en prisión provisional, donde permanece desde el 20 de enero de 2023.

La Fiscalía pedía inicialmente nueve años de cárcel, que la acusación particular, en nombre de la víctima, elevaba a 12. El tribunal, sin embargo, ha apreciado una circunstancia atenuante que ha servido a Alves para ver rebajada la pena de prisión: reparación del daño, ya que abonó los 150.000 euros de indemnización que solicitaba la acusación. Los magistrados han descartado, en cambio, la atenuante de embriaguez, puesto que no quedó acreditado que “el consumo de alcohol” afectara sus capacidades. Además de los cuatro años y medio —de los que ya ha cumplido un año y un mes en prisión preventiva—, la sentencia le impone una pena de libertad vigilada de cinco años, que se aplicará una vez cumplida la pena de prisión. También le prohíbe acercarse a menos de un kilómetro del domicilio o el lugar de trabajo de la víctima y le condena al pago de esos 150.000 euros (ya abonados) por los daños morales y las lesiones causadas a la joven.

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