Quito, La bancada del movimiento ecuatoriano Revolución Ciudadana (RC, izquierda) calificó el martes de inhumana la situación que enfrenta el exvicepresidente Jorge Glas (2013-2018), quien permanece en la cárcel de máxima seguridad conocida como “La Roca”.
“Expresamos nuestra profunda indignación ante la inhumana situación que vive nuestro compañero Jorge Glas, quien continúa secuestrado en la cárcel, víctima de una despiadada persecución política”, dice el colectivo parlamentario en comunicado difundido en su red social X.
En el texto de la bancada de la RC expone que es inadmisible que en un país que se dice democrático se atropelle de forma sistemática los derechos humanos de su correligionario.
“Jorge Glas no solo ha sido privado de su libertad, sino que ha sido sometido a condiciones que buscan quebrantar su espíritu y su salud, en un intento por silenciarlo y debilitar la fuerza de quienes luchamos y creemos en un Ecuador justo y libre de la corrupción que realmente azota al país”, añade el comunicado titulado “Jorge secuestrado”.
La bancada opositora indica que el sistema judicial está manipulado para servir a “intereses oscuros” que buscan eliminar cualquier rastro de oposición y mantener secuestrada la voluntad del pueblo ecuatoriano.
Además, expresa “profunda indignación” por lo que consideran el “secuestro político” de Glas, a quien consideran víctima de “una persecución despiadada”.
Glas fue capturado al interior de la embajada mexicana en Quito el 5 de abril por parte de la fuerza pública que irrumpió en la legación diplomática.
El exfuncionario se encontraba en un régimen de pre-libertad (con requisitos), tras cumplir más del 60 por ciento de una pena conjunta en los casos de corrupción Sobornos 2012-2016 y Odebrecht.
Sin embargo, fue acusado de presunto peculado en un nuevo caso de corrupción mientras cumplía funciones como presidente del Comité de Reconstrucción de la provincia de Manabí, tras el terremoto de 2016.
Esta nueva denuncia habría motivado a Glas a ingresar a la embajada mexicana a fines de 2023 y solicitar asilo, al igual que lo hicieron otros exfuncionarios del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017), al considerar que su vida corría peligro por una presunta persecución política y “lawfare” (acoso judicial).
La irrupción de la fuerza pública de Ecuador en la embajada mexicana causó la ruptura de las relaciones entre los dos países y fue rechazada en una reunión extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que otorgó el asilo a Glas, reclama a Ecuador entregar un salvoconducto a su protegido, en virtud de convenios internacionales.
Ecuador consideró ilícito el asilo a Glas, al que ha calificado de “delincuente común” y ha rechazado acceder al pedido de México para permitir su salida del país.
Tras su detención dentro de la legación diplomática, el exfuncionario fue trasladado a la ciudad de Guayaquil (suroeste) y encarcelado, a la espera de un nuevo proceso judicial en su contra por presunto peculado.
Con información de Agencia Sputnik