Desde su concepción, Coca Codo Sinclair (CCS) ha sido un proyecto emblemático en el ámbito energético del Ecuador, destacando por su vasto potencial hidrológico y su capacidad para generar energía limpia y sostenible.

Sin embargo, ¿se limitaba su potencia instalada a 859 MW por motivos técnicos o económicos, o era factible alcanzar los 1.500 MW como se hizo?

El trayecto hacia esta respuesta comienza décadas atrás, en los años sesenta, cuando el Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL) ya vislumbraba el enorme potencial de CCS, respaldado por estudios hidrológicos que señalaban altas precipitaciones en la región, especialmente en la cuenca Quijos-Coca.

A pesar de los desafíos inherentes a la medición precisa de caudales, INECEL recopiló datos valiosos entre 1972 y 1992, sentando las bases para futuras decisiones.

La potencia instalada de una central hidroeléctrica, como Coca Codo Sinclair, se determina por una serie de factores, siendo la altura de la caída del agua y el caudal los más relevantes. Aunque inicialmente se propuso una potencia de 859 MW en dos etapas, los datos recopilados sugerían la viabilidad de una capacidad mayor. Con una altura de caída de aproximadamente 620 metros y un caudal de diseño de 222 m³/seg, se establecieron condiciones óptimas para una potencia de 1.500 MW.

La decisión de fijar la potencia en 859 MW estuvo en parte influenciada por las condiciones económicas y las necesidades energéticas del momento. Sin embargo, con el tiempo y el aumento constante de la demanda energética en el Ecuador, se ha demostrado que una potencia mayor es factible y necesaria para garantizar el suministro eléctrico estable y sostenible.

En la actualidad, con una demanda energética que supera los 22.000 GWh anuales, Coca Codo Sinclair cumple una parte importante del suministro para el Sistema Nacional Interconectado. Su capacidad de adaptación y crecimiento ha sido clave para satisfacer las necesidades energéticas en constante evolución, contribuyendo así al desarrollo económico y social del Ecuador.

En un contexto mundial donde la transición hacia fuentes de energía renovable es imperativa, Coca Codo Sinclair destaca por su eficiencia y sostenibilidad, aprovechando al máximo los recursos naturales del Ecuador disponibles para el beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Además, es importante resaltar que el crecimiento sostenido de la capacidad instalada de Coca Codo Sinclair ha fortalecido la autonomía energética del Ecuador y también ha contribuido significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, promoviendo así un desarrollo más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Este enfoque en la generación hidroeléctrica limpia y renovable posiciona a la central como un modelo a seguir en la búsqueda de soluciones energéticas viables y responsables a nivel global.

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