Ecuador, un país con una rica diversidad natural y una geografía privilegiada, enfrenta desafíos significativos en su sector energético. La situación actual, marcada por el abandono del sector en los últimos siete años, la sequía y una nueva crisis eléctrica decretada por el gobierno de Daniel Noboa, con consecuencias aún no previsibles en su real gravedad.

Parte fundamental de la soberanía energética del Ecuador ha sido la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair. Desde su concepción, esta obra maestra de la ingeniería ha jugado un papel crucial en el suministro energético del país. Inicialmente proyectada con un caudal promedio del río Coca de 222 m3/s, los datos recientes de 2024 muestran un incremento a un promedio de 287 m3/s. Este aumento en el caudal ha sido beneficioso, permitiendo a la planta operar en grandes capacidades frente a la situación crítica del sector eléctrico en Ecuador.

La capacidad de adaptación de Coca Codo Sinclair se evidencia en su sistema de compuertas, diseñado para ajustar la entrada de agua según las condiciones del río. En momentos de escasez, como los actuales, estas compuertas pueden abrirse más ampliamente para garantizar un suministro constante de agua a la planta, mitigando así los efectos de la sequía en la generación eléctrica.

Además, el embalse compensador de la planta desempeña un papel crucial en la estabilidad del suministro eléctrico. Aunque el caudal del río se reduzca drásticamente, este embalse puede mantener la generación de energía durante un tiempo considerable, proporcionando una reserva estratégica que contribuye a la seguridad energética del país.

 La demanda eléctrica en el país ha experimentado un crecimiento constante, estimado entre un 4% y un 5% anual. Esto implica la necesidad de incrementar la capacidad de generación en aproximadamente 250 megavatios cada año. Lamentablemente, durante los últimos siete años, Ecuador no ha incorporado ninguna nueva fuente de generación, exacerbando así la dependencia de las instalaciones existentes.

Adicionalmente, la falta de mantenimiento en el sector termoeléctrico ha generado preocupaciones sobre la confiabilidad y eficiencia de estas instalaciones. Este descuido ha dejado al país vulnerable, dependiendo en ocasiones de la ayuda externa, como la proporcionada por Colombia a través de la venta de energía. Sin embargo, la sequía agresiva que enfrenta nuestro país vecino ha llevado a la suspensión del suministro para preservar los niveles de agua en sus embalses.

La situación actual del sector energético en Ecuador es un reflejo de los desafíos y oportunidades que enfrenta el país. La hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, con su capacidad de adaptación y su embalse compensador, ha demostrado ser un pilar fundamental en la generación eléctrica nacional. Sin embargo, es crucial que se adopten medidas a largo plazo para diversificar y fortalecer el sistema energético, garantizando así un suministro eléctrico confiable, sostenible y resiliente frente a los desafíos del cambio climático y las fluctuaciones del mercado energético regional.

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