Los grupos criminales en Ecuador buscan crear «un estado paralelo» a través de la la crisis de seguridad para vivir bajo sus propias leyes, afirmó a la Agencia Sputnik el analista geopolítico argentino Christian Lamesa.

«El objetivo de estos grupos armados es justamente el condicionamiento del Estado mediante el uso de la violencia, atemorizando a la población civil. Por eso, ese uso espectacular de la violencia de forma totalmente desembozada y a la luz del día, es para generar un clima de terror y, mediante estas herramientas, crear prácticamente un estado paralelo, en el cual estos grupos establezcan sus reglas y terminen condicionando las decisiones del Estado», dijo Lamesa.

El experto señaló que el poder para influir en el gobierno por parte de las pandillas criminales depende de la respuesta que dé el Gobierno para aplastar los actos criminales.

A este respecto, Lamesa se refirió a la experiencia de El Salvador, que durante décadas vivió sumido en el terror por parte de las pandillas criminales, «con prácticamente la inexistencia de una respuesta eficaz por parte del Estado».

«Sólo se necesitó la decisión política, en el caso de El Salvador del presidente, Nayib Bukele, para realmente prevalecer sobre el crimen organizado y dar la respuesta que la sociedad necesitaba», señaló.

Asimismo, Lamesa advirtió que la endeblez política y los altos niveles de corrupción provocan que el poder del Estado sea más débil, e indicó que la imagen de un país que no tiene la capacidad o la decisión para responder a ese tipo de amenazas «se vuelve endeble», en particular en las relaciones internacionales.

«De hecho prácticamente todo el mundo dio claras muestras de apoyo al Gobierno ecuatoriano, incluso el expresidente (Rafael) Correa (2007-2017), que no es precisamente partidario del actual gobierno del Ecuador», concluyó.

El martes, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa declaró «conflicto armado interno» ante la crisis de seguridad pública que azota al país y designó como «organizaciones terroristas» a una veintena de grupos del crimen organizado.

La situación de inseguridad se desató el domingo 7 de enero después de que se informara la evasión de la cárcel de Adolfo Macías, alias ‘Fito’, líder del grupo delincuencial organizado Los Choneros, quien cumplía 34 años de prisión por narcotráfico y asesinato y ha sido vinculado con un cártel de la droga mexicano.

Tras el informe de la evasión de Fito, estallaron disturbios en seis prisiones de Ecuador. Más tarde, Fabrizio Colón Pico, jefe de la segunda banda más grande de Ecuador, Los Lobos, también escapó de prisión.

Varios gobiernos latinoamericanos condenaron la ola de ataques del narcotráfico en Ecuador y expresaron su apoyo al presidente de ese país, que asumió hace apenas dos meses.

Ecuador tuvo en 2023 el año más violento de su historia, con más de 7.000 homicidios, lo que llevó al país a tener una de las tasas de asesinatos más altas de América Latina.

Tan solo hace cuatro años, Ecuador era uno de los países más seguros de la región. 

Con información de Agencia Sputnik