Javier Milei quiere convertir a Argentina en la «nueva Meca de Occidente”. José Raúl Mulino ganó los comicios en Panamá con la promesa de «más chen chen en el bolsillo” de la gente (más dinero). Y en Ecuador, Daniel Noboa, que proviene de una familia de empresarios, quiere reconducir al país en crisis hacia un camino de éxito económico.
Esos triunfos electorales de los últimos seis meses se producen en una época en la que los clásicos países socialistas y autocráticos Venezuela y Cuba se hunden en una profunda crisis económica que provoca un éxodo masivo en dirección al objetivo capitalista per se: Estados Unidos. También en Bolivia hay cada vez más incertidumbre económica.
Mulino aplica una conocida receta
En Panamá, Mulino se presentó como candidato por el partido Realizando Metas (RM), sustituyendo a Ricardo Martinelli, luego de que este fuera inhabilitado en las elecciones 2024 como consecuencia de su condena por lavado de dinero y corrupción, y asumió un concepto económico considerado exitoso durante la presidencia de Martinelli (2009-2014). «Mulino apuesta, como en su momento lo hizo Martinelli, a estímulos para iniciativas empresariales y a grandes inversiones del extranjero. De ese modo se financiarían, sobre todo, grandes proyectos de infraestructura”, dice a DW Winfried Weck, de la Fundación Konrad Adenauer, desde Ciudad de Panamá.
Proyectos de infraestructura: impulso a la economía
Entre dichos proyectos se cuenta la construcción de una conexión ferroviaria desde Ciudad de Panamá hasta David, la segunda mayor ciudad panameña, cercana a la frontera con Costa Rica, un cuarto puente sobre el Canal de Panamá, universidades, varios hospitales y probablemente nuevas líneas de metro en la capital. «Al crear un entorno favorable a las empresas, también para inversores internacionales, eso puede fructificar. La campaña electoral estuvo dirigida claramente a prometer dinero a los panameños. ‘La promesa de chen chen’ representó la declaración central de campaña por la cual Mulino será ahora juzgado por la población”, predice Weck.