En un emotivo cierre de campaña en Babahoyo, provincia de Los Ríos, Luisa González, candidata presidencial por el movimiento de la Revolución Ciudadana, hizo un contundente llamado al respeto a las mujeres, a la voluntad popular y a la democracia.
Ante miles de seguidores atentos a cada palabra, González se dirigió a la nación con un mensaje claro y valiente que resuena en cada rincón del país.
Respeto hacia las mujeres
Una parte fundamental del discurso de Luisa González fue el respeto hacia las mujeres. Durante su intervención, la candidata no dudó en criticar al actual presidente y candidato a la reelección, Daniel Noboa, por su conducta hacia el género femenino.
Recordó el incidente ocurrido en el debate del 23 de marzo, donde sintió necesario increpar a Noboa para exigir el respeto que merecía en ese escenario.
«Levanto mi voz en nombre de millones de mujeres de mi patria que sufren violencia», proclamó González, tocando una fibra sensible que afecta a muchas familias ecuatorianas.
Este reclamo no solo es un reflejo de su experiencia personal, sino también una representación de una lucha más amplia que enfrentan las mujeres en el país.
González instó a los hombres a reflexionar sobre el trato hacia las mujeres en sus vidas, pidiendo que consideren si les gustaría que sus madres, hermanas, esposas o hijas fueran tratadas con desprecio.
Con esto, dejó claro que el respeto debe ser un valor fundamental en la sociedad ecuatoriana.
Vigilancia y defensa del respeto a la voluntad popular
Además de su ferviente defensa de los derechos de las mujeres, Luisa González hizo un llamado crucial a la población ecuatoriana: ser vigilantes del voto en las próximas elecciones del 13 de abril, cuando se celebrará la segunda vuelta de la elección presidencial.
La candidata expresó su preocupación por posibles irregularidades en el Consejo Nacional Electoral (CNE) e insistió en la importancia de que los ciudadanos estén alerta.
«Vamos a hacernos respetar en las urnas», afirmó González, subrayando la necesidad de proteger la integridad del proceso electoral.
González transmitió un mensaje de resistencia y unidad, alentando a la sociedad a mantener la esperanza y a estar dispuesta a movilizarse si es necesario para garantizar que la voluntad popular sea respetada.
La fuerza de un pueblo sin miedo
Luisa González destacó que el pueblo ecuatoriano ha perdido el miedo y ahora está lleno de esperanza.
«Aquí ya no hay miedo, porque el miedo es de ellos, la esperanza es nuestra», declaró, enfatizando la importancia de mantenerse firmes y unidos en la búsqueda de paz, justicia y amor por la patria.
Esta declaración es un recordatorio poderoso de que la democracia necesita de una ciudadanía vigilante y comprometida para prosperar.
Unidad y esperanza por un mejor Ecuador
La candidata presidencial cerró su discurso con un mensaje de unidad y esperanza, recordando que los ecuatorianos están unidos por un mismo objetivo: revivir al país por el bienestar de las futuras generaciones.
«Que Dios bendiga al Ecuador, que Dios bendiga nuestra patria y hasta la victoria siempre», concluyó, dejando claro que su lucha no es solo por una elección, sino por el futuro de todos los ecuatorianos.
El llamado de Luisa González resuena como una invitación a construir un Ecuador más justo, donde el respeto a las mujeres, la voluntad popular y la democracia sean pilares fundamentales.
Su discurso nos recuerda que cada voto cuenta y que la vigilancia ciudadana es esencial para proteger la integridad del proceso democrático.
En estos momentos decisivos, su mensaje inspira a mantener la esperanza y a luchar por un mejor porvenir.
