La reciente decisión del presidente Daniel Noboa de revocar la administración del parque Samanes a la alcaldía de Guayaquil ha generado un gran descontento entre la ciudadanía.

Este espacio, que se ha convertido en un símbolo de recreación y esparcimiento para los guayaquileños, es ahora objeto de controversia.

El parque Samanes, ubicado en la capital de la provincia de Guayas, ha sido un punto de encuentro para familias y amigos desde su inauguración durante la presidencia de Rafael Correa (2007-2017).

Con una extensión considerable y diversas áreas de esparcimiento, el parque ha experimentado una notable transformación en los últimos años.

Bajo la gestión del alcalde Aquiles Álvarez, se implementaron mejoras significativas que han hecho del parque un lugar atractivo y funcional.

Justificaciones de Noboa

Noboa justificó su decisión mencionando “importantes deficiencias” en la administración actual del parque Samanes.

Entre estas, destacó la ausencia de herramientas de gestión adecuadas, la falta de un registro y monitoreo de visitantes, así como la carencia de capacitación y educación ambiental.

Estas afirmaciones han suscitado discusiones sobre la transparencia y efectividad de la gestión municipal.

Sin embargo, muchos ciudadanos consideran que las razones expuestas son superficiales y no reflejan la realidad del parque, que ha sido objeto de mejoras sustanciales en los últimos años.

Reacciones en redes sociales

Las redes sociales han sido un termómetro del descontento popular. Desde el anuncio de la revocación, han surgido numerosas publicaciones que critican la medida y sus justificaciones.

Los usuarios de plataformas como X (anteriormente Twitter) han expresado su preocupación y rechazo, destacando cómo el parque Samanes estuvo antes en condiciones de abandono y que, gracias a la gestión del alcalde Álvarez, se ha convertido en un espacio de primer nivel.

Esta percepción generalizada de injusticia ha generado un amplio apoyo a la administración actual del parque.

Decisión fundamentada en el odio

El expresidente Rafael Correa, quien tuvo un papel fundamental en la creación del parque Samanes, también se ha manifestado en contra de la decisión de Noboa.

En su cuenta en la red social X, Correa argumentó que la revocación es fruto de un odio hacia el progreso logrado durante su administración y que está lejos de responder a los intereses del pueblo de Guayaquil.

Su intervención da cuenta de la politización de la gestión pública y la importancia de preservar los logros alcanzados en espacios tan significativos como el parque Samanes.

Ante decisión de Noboa, la defensa apasionada de los ciudadanos por un espacio que ha visto un resurgimiento notable pone de manifiesto la importancia de la gestión local y la necesidad de escuchar la voz de la comunidad.

En última instancia, el bienestar del pueblo de Guayaquil debe ser la prioridad en cualquier decisión relacionada con sus espacios de recreación y esparcimiento.

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