Con una profunda expresión de dolor y compromiso, Luisa González, líder de la Revolución Ciudadana, ha reaccionado ante la tragedia que conmociona al país: el brutal asesinato de cuatro menores, Ismael, Nehemías, Josué y Steven, cuyos sueños y vidas fueron arrebatados de manera atroz.
«Con profundo dolor en el alma, el Ecuador se despide de Ismael, Nehemías, Josué y Steven. Nuestros niños», expresó González, reflejando el duelo colectivo de una nación que exige respuestas y justicia.
Un crimen que sacude al país
La tortura, quema y asesinato de los menores ha dejado al Ecuador en estado de luto. Las familias de las víctimas enfrentan no solo la pérdida irremplazable de sus seres queridos, sino también la incertidumbre de un sistema judicial que ha demostrado ser lento y, en ocasiones, cómplice del silencio.
Un llamado a la acción y la memoria
Luisa González ha sido enfática en que este caso no quedará en el olvido: «El país está de luto, el mundo nos mira, y sus nombres jamás serán olvidados. Lucharemos cada día para que los responsables de este crimen paguen y para que la justicia triunfe sobre el silencio cómplice de quienes debieron protegerlos».
La líder opositora también destacó que los nombres de los menores serán un emblema de resistencia y memoria para que el Ecuador nunca más tolere la impunidad en casos de violencia infantil.
La responsabilidad del Estado
La situación de los niños en Ecuador exige una revisión inmediata de las políticas públicas de protección infantil. Casos como este evidencian no solo el desamparo en el que viven miles de menores, sino también la incapacidad de las instituciones para garantizar su seguridad.
«Por sus memorias, por sus sueños truncados, sus nombres resonarán en cada rincón del país», concluyó González, haciendo un llamado a la ciudadanía para unirse en la defensa de la justicia y los derechos de la niñez.
FIN
