Coca Codo Sinclair ha sido fundamental para hacer frente a la emergencia eléctrica que el país terminó de superar para lo cual se postergó el mantenimiento que debía realizarse a inicios de febrero. Ante la actual crisis, hay medidas urgentes a tomar.

El gobierno del Ecuador acaba de declarar una nueva crisis eléctrica a menos de cinco meses de la anterior sin que hayan de por medio soluciones a largo plazo. Uno de los detonantes para esta nueva declaratoria fue la decisión de Colombia de no vender más energía al país a causa de su propia situación.

Esto ha sido motivo de preocupación de los expertos y así lo señaló el Presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos de Pichincha, Ing. Marco Acuña al indicar que programar apagones ante la crítica situación energética nacional era mucho más adecuado que cortes súbitos de los cuales no habría previsión para el retorno del fluido eléctrico.

Acuña fue enfático al manifestar la importancia fundamental de centrales como Coca Codo Sinclair que ha llegado a generar hasta 34% de la energía eléctrica nacional, pero señaló que postergar sus mantenimientos, sumado al riesgo exógeno de la situación de la zona del río Coca, profundizan el riesgo de afectación que sufre el país.

Coca Codo Sinclair ha entregado en forma directa más de 2.000 millones de dólares, sin considerar que, al ser energía limpia, el aporte es aún mayor por evitar toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera”, puntualizó y dijo que se hace inminente una fuerte campaña de ahorro de energía y contemplar la disminución de pérdidas negras y técnicas de las diferentes empresas eléctricas del país.

En su diagnóstico, al momento está en funcionamiento menos del 50% del parque térmico, que no podrá ser recuperado en su totalidad, pero sí en una parte importante.

Sacar de operación a Coca Codo por mantenimiento implicaría sacar del sistema más de 700 MW, dependiendo de las condiciones de disponibilidad, pero no hacerlo arriesga la vida útil de la central que ha demostrado con creces su potencia al llegar a producir hasta 1.444 MW de los 1.500 que tiene de capacidad instalada. 

Se trata de un momento demasiado crítico, indica Acuña, en que Colombia ya no puede entregar la energía de entre 60 y 150 MW que venía haciendo a costos muy altos y mientras Mazar, Amaluza y los reservorios naturales de energía del sistema Paute están en niveles críticos.

El alejamiento del Plan Maestro de Electrificación por más de siete años, la ausencia de desarrollo de subestaciones y líneas de transmisión que estaban contempladas en ese documento y la inexistencia de alternativas están poniendo al país al filo de la navaja.

Confirmado.net

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