
Con la llegada de la temporada de estiaje, los expertos alertan sobre el riesgo inminente de nuevos apagones debido a la fragilidad del sistema energético de Ecuador. La central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair ha seguido operando incluso en condiciones de sequía, y el país ha evitado apagones recientes gracias a factores climáticos favorables y a la compra de energía de Colombia. Sin embargo, no se han implementado soluciones estructurales para prevenir una crisis energética a largo plazo.
La falla del respaldo térmico y su impacto en la crisis energética
Un factor que agrava la vulnerabilidad del sistema eléctrico es la falta de operación efectiva de las plantas termoeléctricas, que debían servir como respaldo durante la época de estiaje. El sistema está operando con parches y no con una planificación sostenible. Sin una generación térmica activa, cualquier disminución abrupta en la producción de Coca Codo Sinclair podría llevar al país al borde del colapso, según analistas y expertos en energía.
Las plantas térmicas, que deberían entrar en funcionamiento para compensar la menor generación hidroeléctrica durante la sequía, han presentado fallos técnicos y problemas de mantenimiento que han impedido su operatividad plena. Esta situación deja a Ecuador dependiente de la importación de energía y de condiciones climáticas impredecibles, lo cual es una estrategia de alto riesgo para garantizar el suministro eléctrico.
Decisiones políticas por encima de criterios técnicos
Varios especialistas del sector afirman que las decisiones relacionadas con la crisis energética han estado más influenciadas por los tiempos electorales que por criterios técnicos. La prioridad ha sido evitar apagones en momentos clave para la opinión pública, sin implementar soluciones estructurales que aseguren la seguridad energética a largo plazo.
Este enfoque político ha impedido que se tomen las medidas necesarias para prevenir futuros cortes de electricidad, especialmente cuando el impacto del estiaje se sienta con mayor intensidad. Se requiere una inversión urgente en el mantenimiento y repotenciación de las térmicas, así como una planificación eficiente para diversificar la matriz energética.
¿Qué se necesita para evitar el colapso energético?
Los especialistas coinciden en que Ecuador debe adoptar medidas inmediatas para mitigar el riesgo de nuevos apagones:
- Reactivación de la generación térmica: Asegurar el mantenimiento y operatividad de las plantas termoeléctricas para que puedan cumplir su rol como respaldo durante la sequía.
- Cumplimiento del Plan Maestro de Electrificación: Este documento, de cumplimiento obligatorio, no ha incorporado ni un solo kilovatio desde el gobierno de Lenín Moreno, lo que ha generado una brecha difícil de resolver.
- Transparencia en la planificación energética: Aplicar un enfoque técnico en la toma de decisiones y evitar que factores políticos pospongan soluciones urgentes.
- Optimización de la compra de energía a Colombia: Establecer acuerdos sostenibles y estratégicos para que la importación de electricidad no sea una solución improvisada.
Ecuador se enfrenta a una encrucijada energética que podría resultar en nuevos apagones si no se toman medidas efectivas y sostenibles. La dependencia de factores climáticos y de compras externas no es una estrategia confiable para garantizar la estabilidad energética del país. La pregunta clave es: ¿se tomará acción antes de que la crisis se agrave, o se esperará hasta que los apagones sean inevitables?
FIN