La creciente presencia de China en América Latina se ha consolidado como un factor clave en el desarrollo de infraestructura energética en la región.
Ecuador no ha sido la excepción, beneficiándose significativamente de la inversión y cooperación china en proyectos estratégicos. Entre estos, la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, inaugurada en 2016 y que en la crisis energética actual destaca por su potencia, es uno de los más emblemáticos.
Coca Codo Sinclair: una obra monumental
Es la mayor central hidroeléctrica de Ecuador, con una capacidad instalada de 1.500 megavatios (MW), con una inversión aproximada de US$2.245 millones, financiada en gran parte por el Banco de Exportación e Importación de China (EximBank), esta obra ha transformado la matriz energética del país y gracias a su potencia, ha logrado que los cortes energéticos sean menores.
Antes de su inauguración, Ecuador dependía en gran medida de plantas termoeléctricas que funcionaban con combustibles fósiles, lo que implicaba altos costos y un impacto ambiental considerable.
Con Coca Codo Sinclair y otros proyectos hidroeléctricos respaldados por China, el país logró reducir su dependencia de combustibles importados en más de un 60% entre 2015 y 2022.
Su impacto positivo en la generación de energía limpia y en la reducción de emisiones es indiscutible y se ha evidenciado con claridad, dejando atrás cuestionamientos que solo han respondido a intereses geopolíticos.
La huella energética china en América Latina
Ecuador no es el único país en América Latina que ha visto una transformación energética gracias a China. Según la CEPAL, entre 2005 y 2022, el 60% de las inversiones chinas en la región se destinaron al sector energético, lo que equivale a más de US$130.000 millones. Entre los proyectos más destacados están:
- Represa de Belo Monte (Brasil): Uno de los mayores proyectos hidroeléctricos del mundo, financiado parcialmente por bancos chinos. Con una capacidad de 11.233 MW, genera suficiente energía para 60 millones de personas.
- Proyecto GNL Quintero (Chile): Una terminal de gas natural licuado desarrollada con tecnología y financiamiento chino, que mejora el suministro energético en el Cono Sur.
- Parque Solar Cauchari (Argentina): Construido en Jujuy con financiamiento de EximBank, es uno de los parques solares más grandes de la región, con una capacidad de 300 MW.
Impulso al cambio climático y desarrollo sostenible
La influencia china en el sector energético ha ayudado a diversificar las fuentes de energía en América Latina, con un enfoque notable en energías renovables.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los proyectos financiados por China han contribuido a reducir más de 50 millones de toneladas de CO₂ anuales en la región, alineándose con los objetivos climáticos globales.
El futuro de la colaboración energética
A medida que América Latina busca acelerar su transición hacia fuentes de energía limpia, la relación con China continuará siendo estratégica.
Con proyectos como Coca Codo Sinclair, queda claro que la influencia china ha sido fundamental para fortalecer la potencia energética de Ecuador y de América Latina.
FIN