Punto de espanto en la estrategia anti rusa de Occidente

El Kremlin, casa de gobierno de Rusia
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Se va a llamar punto de espanto al momento que vive alguien que, mientras nada, se le atraviesa de improviso un tiburón o algo parecido. El pavor que le sobrecoge le impide actuar racionalmente y no sabe qué hacer: nadar rápido o quedarse quieto. Algo semejante les está pasando a EEUU y sus aliados luego de que no lograron derrotar a Rusia con las manos de Ucrania mediante una guerra híbrida: ciberataques; la creación de más de dieciséis mil sanciones ilegales contra el pueblo ruso; la entrega de material bélico, información clasificada, apoyo con mercenarios e instructores militares y el empleo de redes sociales para propalar falsedades anti rusas.

Usan también a instituciones que controlan de manera absoluta: financieras, como el FMI, el BM, la FED, el SWIFT; militares, como la OTAN; de comercio, como la OMC; de control de drogas, como la DEA; de vigilancia y sabotaje, como la CIA; de lavado de cerebro, como los medios masivos de información; de control de dopaje, como la WADA, y una poderosa quinta columna, que en todos los países trabaja solapadamente para ellos. Además tienen sus tentáculos en las instituciones filantrópicas y de justicia internacionales.

Hasta ahora, los medios de comunicación han mentido descaradamente, difundiendo falsedades y ocultando la realidad, pues pertenecen a un reducido grupo que comparte la misma ideología, que guía sus acciones de injerencia en todo el mundo. La cúpula política de Occidente dice que en Ucrania defiende la democracia, que la OTAN busca expulsar al invasor ruso y exhorta a los países del mundo a formar un frente común, imponer sanciones a Rusia y enviar mercenarios, armas y ayuda económica a la agredida Ucrania, cuando en realidad busca derrotar a Rusia, para tener acceso casi absoluto a sus recursos, y así mantener su dominio universal.

Se recuerda que en Rebuilding America’s Defenses, los neocon, un sector elitista y prepotente de la ultraderecha estadounidense, expresaron la esperanza de que una catástrofe semejante a Pearl Harbor permita a EEUU mantener la hegemonía global. Parecería que el demonio les escuchó, y se dio el 9/11. A partir de entonces, el mundo cambió para mal y los neocon controlan los engranajes claves del poder mundial. Elon Musk sostiene: “El Partido Demócrata está secuestrado por extremistas” y, aunque no lo dijera, ésto sucedió luego de la caída de las Torres Gemelas.

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Los neocon postulan que, para que EEUU mantenga su supremacía, deben primero destruir a Rusia y luego a China; usan a Ucrania como campo de batalla de un conflicto de mayor envergadura, de cuyo resultado depende la reorganización del planeta y la futura evolución de todo el sistema productivo.

Paul Wolfowitz, neocon y exsubsecretario del Departamento de Defensa de EEUU, en un encuentro organizado el año 2000 por los nacionalistas integristas ucranianos, nazis, prometió respaldar a una Ucrania independiente, provocar que Rusia entre en guerra contra Ucrania y financiar la destrucción de Rusia.

Los nazis ucranianos tienen una larga historia que se inició antes de la Primera Guerra Mundial, se prolongó a lo largo de la Segunda Guerra Mundial y en la actual Ucrania, donde es estrictamente prohibido hablar de sus numerosos crímenes y se envía a la cárcel a quien transgrede esta “ley”. Lo cierto del caso es que esta gente masacró a millones de rusos, gitanos, judíos y polacos y participó en la planificación y la realización de la “solución final”, o sea, la liquidación de millones de personas sólo por ser de “razas inferiores”.

Stepan Bandera, líder supremo de los nacionalistas integristas ucranianos y también jefe militar de los nazis ucranianos, tiene un tétrico pasado criminal por haber dirigido numerosos pogromos contra el pueblo judío. Como jefe de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, OUN, y miembro de los servicios secretos nazis, organizó en 1934 el asesinato de Bronislaw Pieracki, ministro de Interior de Polonia.

En 1941, a partir de la invasión alemana, cuando el III Reich proclamó “liberar la URSS”, los miembros de la OUN lucharon junto a las tropas de la Wehrmacht con el eslogan “¡Slava Ukraini!”, “Heroiam Slava!” hoy repetido en el Congreso de EEUU y Canadá. En Lvov, entonces Leópolis, los nazis ucranianos proclamaron la independencia de Ucrania bajo el gobierno de Stepan Bandera. Para celebrar este acontecimiento, entre el 29 y 30 de septiembre, los nazis ucranianos junto con los nazis alemanes asesinaron a 33.771 judíos en Babi Yar, un barranco en las afueras de Kiev.

Los nazis ucranianos hacían el siguiente juramento: “Yo, hijo fiel de mi patria, me uno voluntariamente a las filas del Ejército de Liberación ucraniano y con alegría juro que combatiré fielmente el bolchevismo por el honor del pueblo. Este combate lo libramos junto a Alemania y sus aliados contra un enemigo común. Con fidelidad y sumisión incondicional, yo creo en Adolf Hitler como dirigente y como comandante supremo del Ejército de Liberación. En todo momento, estoy dispuesto a dar mi vida por la verdad”.

Dimitro Dontsov fue un alto dirigente de los nazis ucranianos, combatió bajo las órdenes de Reinhard Heydrich, Protector de Bohemia y Moravia y encargado de planificar la “Solución Final de las cuestiones judía y gitana”; posteriormente trabajó en el Instituto Reinhard Heydrich de Praga, órgano del III Reich que se encargó de coordinar el exterminio de ambos pueblos. En junio de 1942, Heydrich murió en un atentado, pero Dimitro Dontsov conservó sus funciones y fue uno de los principales promotores del mayor genocidio de la historia.

Entre noviembre de 2013 y febrero de 2014, los nazis ucranianos, del Sector de Derecha y Svaboda, comandaron el sangriento golpe de Estado que derrocó al legítimo presidente de Ucrania, Yanukóvich . Victoria Nuland, dirigente neocon, fue a Kiev para apoyarlos en todo. ¡Qué insensatez! ¿Cómo creer que Victoria Nuland, nieta de inmigrantes judíos que huyeron a EEUU para escapar de los pogromos de la Rusia zarista, en la plaza Maidan distribuyera galletas a los ucranianos que veneran a Hitler? Según Nuland, EEUU destinó cinco mil millones de dólares para apoyar las aspiraciones del pueblo ucraniano de tener un gobierno fuerte y democrático, en palabras más veraces, en la preparación de insurgentes, el pago a la quinta columna y la siembra de odio a Rusia en los medios de información.

Rusia está interesada en el estatus neutral de Ucrania, tal como se comprometió cuando se separó de la URSS. El Presidente Putin explicó que su país no estaba atacando sino defendiéndose. “El primer paso hacia la guerra lo dieron quienes alentaron el golpe de Estado, sangriento y anticonstitucional”. Después, Occidente utilizó los Acuerdos de Minsk para armar a Ucrania. “Contribuimos a la firma de los Acuerdos de Minsk, pero resultó que nadie los iba a cumplir. Tanto Angela Merkel, excanciller de Alemania, como François Hollande, expresidente de Francia, declararon públicamente que no iban a cumplir los Acuerdos de Minsk, sino que solo los firmaron para armar a Ucrania y crear las condiciones para la continuación de las hostilidades”. Posteriormente, Washington apoyó las acciones del exprimer ministro británico Boris Johnson para desbaratar el tratado de paz entre Moscú y Kiev, que estuvo al punto de suscribirse en Estambul.

En 1994, Ucrania firmó el Memorándum de Budapest, mediante el cual EEUU, Reino Unido y Rusia le dieron garantías de integridad territorial a cambio de que entregara a Rusia todas sus armas nucleares y firmara el Tratado de No Proliferación del Armamento Nuclear, pese a lo cual, los nazis ucranianos planificaron fabricar bombas atómicas con el fin de borrar a Rusia de la faz de la Tierra.

El 19 de enero de 2022, Zelenski anunció en la Conferencia de Seguridad de Múnich su intención de derogar el Memorándum de Budapest, para dotar a Ucrania de armas nucleares. Cinco días después, el 24 de febrero de 2022, Rusia inició la operación militar especial, cuyo principal objetivo era desnazificar y desmilitarizar Ucrania; lo hizo en conformidad con el artículo 51 del capítulo 7 de la Carta de la ONU.

Moscú debía también proteger a la población rusa del Donbass luego de que durante ocho años Occidente callara y justificara el nazismo de Ucrania, cuyo régimen prohibió la lengua rusa, el idioma más hablado del país; durante ocho años asesinó niños, mujeres y ancianos; durante ocho años impuso leyes con amenazas a alcaldes y gobernadores; durante ocho años asesinó a políticos de la oposición, periodistas, escritores, intelectuales y sacerdotes; durante ocho años proscribió cualquier tipo de oposición; durante ocho años usó el terrorismo y demás barbaridades contra los pueblos del sureste ucraniano, incluida la masacre en la Casa de los Sindicatos de Odesa, donde quemó vivos a cerca de cincuenta personas.

En 2014, los habitantes de Crimea y el Donbass se negaron a reconocer el régimen instaurado en Kiev como resultado del golpe de Estado. Crimea, cuya población se había declarado independiente antes que otras regiones de Ucrania, ratificó su voluntad por segunda vez y se reincorporó a la Federación Rusa. Los pobladores del Donbass prefirieron luchar por restablecer la legalidad del país. En respuesta, los nazis ucranianos, encabezados por el Presidente Porochenko, les suspendieron los servicios públicos y los bombardearon; en ocho años asesinaron a más de 15.000 ciudadanos, incluidos niños, sin que las potencias occidentales creyesen necesario intervenir o, por lo menos, denunciar estas atrocidades.

A partir de ese golpe de Estado, las milicias nazis se incorporaron a las fuerzas armadas ucranianas. El reglamento de esas milicias estipula que todo miembro debe leer las obras de Dimitro Dontsov, principalmente “Nacionalismo”. En abril de 2015, el parlamento ucraniano declaró legalmente a los miembros de la Organización de los Nacionalistas Ucranianos, OUN, “combatientes de la independencia”. Esta ley fue promulgada por el presidente Porochenko en diciembre de 2018 y los ucranianos que habían luchado en las filas de la Waffen SS obtuvieron el derecho de cobrar pensiones y otros beneficios. La misma ley criminalizó a quien recuerde que los miembros de la OUN, y otras agrupaciones nacionalistas ucranianas, colaboraron con los nazis y emprendieron limpiezas étnicas contra gitanos, judíos, polacos y otros.

En febrero de 2022 las fuerzas armadas de Ucrania con bendición del Occidente planificaron una invasión contra el Donbass, pero Rusia frustró ese plan al iniciar la operación militar especial y poner fin al calvario de las poblaciones del Donbass.

En estas circunstancias, Rusia reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk, cuya población es principalmente rusa y considera a Rusia su patria. Sus mandatarios pidieron a Rusia ayuda contra Ucrania, que durante ocho años realizaba operaciones militares contra sus países y ocupaba gran parte de sus territorios. ¿Por qué las potencias occidentales no aceptan esta realidad y odian a Rusia? Porque no se reconcilian con el hecho de que Rusia pudiera resistir.

Rusia jamás se rendirá ante Occidente. En el pasado, algunos apostaron que sería borrada del mapa, pero cuando estaba acorralada y no tenía escapatoria, los rusos enarbolaron un patriotismo digno de encomio: lo hicieron cuando fueron invadidos por los caballeros teutones, las hordas tártaras, polacos, suecos, franceses, italianos, japoneses y cuando casi la mitad de Europa, encabezada por Hitler, invadió la URSS; a ellos los vencieron en Kulikovo, Poltava, Balaklava, Borodinó o Stalingrado, por mencionar unas pocas batallas.

Si antes Rusia derrotó tantas agresiones militares, ¿cómo no va a derrotar ahora a los neocon incrustados en la Casa Blanca? Más que nada, porque cuenta con la poderosa alianza económica y militar con China, también amenazada por EEUU, y porque libra una batalla por un mundo sin hegemonías absolutas, sin servidumbres, con hermandad y cooperación entre todos sus habitantes.

En el Foro Económico de San Petersburgo de este acto, el Presidente Putin expresó que Rusia ha demostrado ser capaz de responder a retos difíciles, los planes de Occidente no se hicieron realidad, Rusia ha superado con éxito los obstáculos creados por sus sanciones y su economía enfrentó con eficiencia los intentos de frenar su desarrollo. “Las potencias occidentales pensaban que eso ocurrirá en tres, cuatro o seis meses, pero todo el mundo puede ver que eso no está ocurriendo. Rusia, en paridad de poder adquisitivo, es hoy la cuarta economía del mundo. Es decir, este objetivo se ha alcanzado. Es importante mantener el ritmo y avanzar. Hasta ahora lo hemos conseguido, porque en el primer trimestre el crecimiento ascendió al 5,4% del PIB. Rusia es la economía más grande de Europa y, en términos de tasa de crecimiento, ahora está por delante de todos los países líderes de la Unión Europea”, o sea, Rusia no fue derrotada.

Al referirse a los acontecimientos en Ucrania, señaló que suministrar armas a una zona de conflicto “es siempre malo. Especialmente si está relacionado con el hecho de que quienes suministran, no solo suministran armas, sino que manejan estas armas. Y esto es un paso muy serio y muy peligroso”.

Sobre el tema de la entrega de armamento occidental a Ucrania, incluidos los de largo alcance, dijo que Rusia responderá y que la respuesta puede ser asimétrica. “Finalmente, suministrar armas de largo alcance destruye las relaciones internacionales y socava la seguridad mundial. Y, en última instancia, si vemos que estos países están siendo arrastrados a una guerra contra nosotros, y esta es su participación directa en una guerra contra Rusia, entonces nos reservamos el derecho de actuar de una manera similar”. Indicó que los militares ucranianos no pueden por sí mismos utilizar los misiles Atacms. Para hacerlo, tendrían que contar con el reconocimiento de satélites estadounidenses, y luego utilizarlo para formar una misión de vuelo y después introducirla en el sistema de misiles.

Según Putin, Occidente no aborda las causas de la crisis, porque “su política en años y décadas anteriores fue la que condujo a la actual perturbación mundial. Las élites occidentales intentan persistentemente castigar a Rusia, aislarla y debilitarla, y suministran dinero y armas a las autoridades de Kiev. Han impuesto casi 16.000 sanciones unilaterales ilegítimas contra nuestro país. Amenazan con desmembrar Rusia. Intentan malversar ilegalmente nuestros activos extranjeros. Hacen la vista gorda ante el resurgimiento del nazismo, ante la realización en nuestro territorio de actos terroristas por parte de Ucrania”.

Afirmó que las élites de Occidente tratan de preservar su dominio global y se han abrogado el derecho de indicar a otros países con quién pueden ser amigos y cooperar y con quién no, sin tener en consideración los intereses soberanos de estos pueblos. Pero Rusia y sus aliados no quieren tolerar esta situación. “Con nuestra participación activa, se han creado y funcionan con éxito asociaciones y mecanismos multilaterales independientes de Occidente, cuya actividad se basa en los principios de igualdad, justicia, apertura, respeto y consideración mutua de los intereses de cada uno”.

La Organización de Cooperación de Shanghái y los BRICS se han establecido como pilares sólidos del emergente orden mundial multipolar, que atraen a los países del Sur y del Este Global, que los ven como “una plataforma en la que sus voces serán escuchadas y tomadas en cuenta”. Rusia y los países integrantes de estas organizaciones tienen posturas similares respecto a cuestiones claves de la agenda internacional. “Abogamos por el imperio del derecho internacional, por una seguridad igualitaria, indivisible, integral y sostenible, tanto a nivel global como regional, bajo el papel central de la coordinación de la ONU. Y rechazamos los intentos de Occidente por imponer un orden basado en la mentira y la hipocresía y en reglas míticas inventadas por quién sabe quién”.

Es imposible imaginar los éxitos de Rusia sin Putin y su equipo. El meollo de su triunfo consiste en haber logrado el desarrollo sostenido de Rusia, tanto en lo político como en lo económico y social; en ser el portaestandarte de la identidad rusa, que restaura los más altos valores morales, filosóficos, religiosos, culturales y artísticos, que desde siempre han constituido esa civilización, y en haber fortificado a sus fuerzas armadas, para defender la soberanía y la libertad de Rusia y sus inmensas riquezas, poderío militar que no amenaza a nadie y existe sólo para garantizar la paz.

La fracasada lucha de EEUU contra Rusia ha conducido a un punto de espanto en su estrategia, que se hace notoria con la división radical de Occidente. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, en Sofía, afirmó: “Como aliados de la OTAN, tenemos derecho a ayudar a Ucrania a defender el derecho de autodefensa. Y eso es exactamente lo que han hecho los aliados de la OTAN al brindar apoyo militar a Ucrania”. Afirmó que este organismo “lleva muchos años aceptando que sus armas se utilicen para ataques contra objetivos legítimos dentro de Rusia. El Reino Unido ha proporcionado misiles de crucero Strom Shadow durante mucho tiempo sin ninguna restricción. Ucrania tiene derecho a la autodefensa, nosotros tenemos derecho a ayudar a Ucrania a ejercer su derecho a la autodefensa. Y eso no convierte a los aliados de la OTAN en parte del conflicto”. ¡Mentira!

Lo desmiente Georgia Meloni, primera ministra italiana. “No sé por qué Stoltenberg dice algo así. Tenemos que ser muy cautelosos”. Admitió que la OTAN debe mantener su firmeza, que la alianza no debe dar señales de ceder y que es importante que la OTAN siga apoyando a Ucrania para lograr la paz. Sin embargo, señaló que hay muchas declaraciones cuestionables, como las afirmaciones del Presidente Macron, que ha manifestado en varias ocasiones la posibilidad de que tropas occidentales sean enviadas a territorio ucraniano. “Le aconsejo mayor cautela. Esta alarmante historia según la cual Europa está al borde de un conflicto más amplio me parece bastante contraproducente. (…) El juego de quienes alimentan esto para juntar algunos votos es irresponsable”.

Por su parte, Matteo Salvini, vicepresidente de Italia y el líder del partido Liga, exigió a Stoltenberg que se retracte, se disculpe o dimita. “Hablar de guerra, hablar de utilizar las bombas o los misiles o las armas italianas que enviamos a Ucrania para defenderse en su territorio en lugar de luchar, atacar y matar fuera de su territorio, no se puede hacer en mi nombre, no en nombre de la Liga, no en nombre del pueblo italiano”.

Aleksandar Vucic, presidente de Serbia, afirmó que Europa se está preparando para una participación directa en el conflicto ucraniano, que fue avisado sobre estos preparativos por Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, que tiene información de la OTAN por ser su país miembro del bloque militar. “Eso es lo que Orbán ha dicho hoy: ha dicho que en Bruselas se están realizando los preparativos para la entrada de Europa en la guerra. Dice que Hungría debe fortalecer sus capacidades de defensa. Hablé de ello con Viktor dos veces”. Según Vucic, una vez que la máquina de guerra se haya calentado, el ‘lobby’ militar no permitirá que retroceda. “Es difícil detenerlo. Por eso creo que ya es hora de que alguien realmente intente algo, y no simplemente eche la culpa a la otra parte. Si eso no sucede, temo que nos encaminemos hacia un desastre. Mi evaluación es que las cosas serán mucho más difíciles y mucho peores, y es posible que tengamos una tragedia mayor que la que tuvimos en la Segunda Guerra Mundial. Ojalá, esté equivocado. Temo que nos estemos acercando a un gran conflicto mundial”.

A finales de febrero, el Presidente Macron organizó una conferencia sobre Ucrania, en la que participaron casi todos los países miembros de la UE. Después del evento, anunció que el bloque comunitario acordó crear una “novena coalición para ataques profundos, con el fin de suministrar misiles de mediano y largo alcance a Ucrania”. Al abordar la posibilidad de envío de soldados europeos a Ucrania, informó que “no se puede descartar nada. (…) No estamos en guerra con Rusia, pero no debemos dejar que gane. (…) Hoy no hay consenso para enviar tropas sobre el terreno de manera oficial, asumida y avalada. Pero en términos dinámicos, no hay que descartar nada”. Ni siquiera la ola de críticas contra sus palabras lo calmó, sino que, por el contrario, las defendió y afirmó que fueron sopesadas, pensadas y medidas, lo que preocupó a varios líderes europeos. Marine Le Pen, fundadora del partido Agrupación Nacional expresó: “Hasta ahora sabíamos que Emmanuel Macron nos estaba llevando al caos, ¡desde anoche sabemos que él también quiere llevarnos a la guerra!”

Por su parte, el líder del partido francés Les Patriotes y exdiputado del Parlamento Europeo, Florian Philippot, cree que «Macron está completamente loco».

Matteo Salvini tachó a Macron de “dinamitero, belicista, peligroso e inestable. No quiero que mi destino esté en manos de un tipo inestable”. A su juicio, optar por Macron frente a Marine Le Pen es preferir la guerra a la paz en Europa, e instó al mandatario francés a que, “si quiere la guerra, se ponga un casco y vaya a luchar y no rompa las pelotas a los italianos, nosotros queremos vivir en paz. (…) Cuando alguien propone bombardear y matar en Rusia, es un criminal porque nos acerca a la Tercera Guerra Mundial”. Para Salvini, sería una locura enviar tropas de la OTAN a Ucrania. “Ya hemos vivido en nuestra piel, con nuestros abuelos y nuestros padres dos guerras mundiales, iniciadas por la locura de alguien. Los pobres salen perdiendo con las guerras. ¡Ni un soldado italiano luchando en Ucrania y no permitiremos que un solo proyectil italiano impacte y mate en Rusia porque, de lo contrario, será el fin!”

Peter Szijjarto, ministro de Exteriores de Hungría, advirtió que si soldados de la OTAN entran en Ucrania, habrá un enfrentamiento directo con Rusia, lo que significa la Tercera Guerra Mundial.

Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en febrero de 2022, EEUU y más de cincuenta de sus aliados comenzaron a suministrar armas a Ucrania, incluidas pesadas. Esto ha exacerbado el conflicto y aumentado el riesgo de un enfrentamiento militar directo entre Rusia y los países de la OTAN. Según el Presidente Biden, la decisión de permitir que las Fuerzas Armadas de Ucrania ataquen objetivos dentro del territorio ruso con armamento estadounidense teóricamente podría arrastrar a los países occidentales al conflicto, pero es poco probable.

Marjorie Taylor Greene, congresista republicana, expresó duras críticas contra esa opinión: “Es una escalada que podría llevarnos a una guerra directa con Rusia. Joe Biden no solo tiene demencia, ¡sino que está loco! ¡Estados Unidos debería buscar la paz, no la guerra mundial!”

De igual manera se pronuncia Robert Kennedy Jr., candidato independiente a la presidencia de EEUU: “Más escalada demencial de la Administración Biden, autorizar a Ucrania a atacar objetivos en lo más profundo de Rusia, usando nuestras armas, entrenados en su uso por nuestros instructores”.

Por su parte, el Presidente Putin advirtió: “Así que los representantes de los países de la OTAN, especialmente los de Europa, en particular los de países pequeños, deberían ser conscientes de con qué están jugando. Deberían tener en cuenta que, por lo general, son Estados con un territorio pequeño y una población muy densa. Deberían tener en cuenta este factor antes de hablar de atacar en la profundidad del territorio ruso. Son cosas serias, y estamos observando esto muy de cerca”.

María Zajárova, portavoz de la Cancillería de Rusia, responsabilizó a los países de la OTAN por los ataques ucranianos con armas occidentales. “Washington, Londres y París deben darse cuenta de que Rusia comprende perfectamente el papel de la OTAN en la realización de estos ataques. Y no es necesario que los occidentales utilicen palabras vacías: no necesitan dar ningún permiso o no permiso a Ucrania para ello. Esto es obra de la OTAN, y tendrán que responder por ello”.

Dmitri Medvédev, expresidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, señaló que los países que han dado permiso a Kiev para utilizar sus armas contra el territorio ruso deben entender que Moscú no dejará sin respuesta tal decisión. “Todo su equipo militar y especialistas que luchan contra nosotros serán eliminados tanto dentro de Ucrania como dentro de otros países, desde los que se lleven a cabo los ataques contra Rusia” y agregó que se parte del hecho de que todas las armas de largo alcance suministradas a Kiev “están controladas directamente por personal militar de los países de la OTAN. No se trata de ninguna ‘ayuda militar’, sino de la participación en una guerra contra nosotros. Si la OTAN opta por intervenir en las hostilidades, ya sea guiando sus misiles de crucero de largo alcance o enviando un contingente de tropas a Ucrania, habrá una seria escalada del conflicto. Kiev y sus aliados recibirán una respuesta de tal fuerza destructiva que la Alianza simplemente no podrá evitar verse involucrada en el conflicto”.

Asimismo, advirtió a los países occidentales sobre un posible fatal error si esperan que Moscú nunca use armas nucleares tácticas en el caso de ser necesario. “Hace unos años decían que Rusia no entraría en un conflicto militar abierto con el régimen de Bandera, para no pelear con Occidente. Calcularon mal. Hay una guerra en marcha. También pueden calcular mal en cuanto al uso de armas nucleares tácticas. Aunque esto sería un error fatal, los países europeos tienen una densidad de población muy alta. Y para los países enemigos, cuyas tierras están más allá del área de cobertura de las armas nucleares tácticas, existe finalmente un potencial estratégico. (…) El actual conflicto militar entre Moscú y Occidente avanza por el peor escenario. Se produce un aumento constante de la potencia de las armas utilizadas de la OTAN. Por lo tanto, nadie puede descartar que el conflicto pase hoy en día a su fase final”.

Sucede que Occidente está gobernado por una tracalada de imbéciles ignorantes y prepotentes, imbuidos de que su voluntad es omnímoda y sus órdenes irrefutables, menosprecian a Rusia y a sus dirigentes y no creen en sus advertencias, están convencidos de que pueden arrebatar las riquezas de ese país con solo gruñir con el rostro severo. No se percatan de que Rusia posee suficientes fuerzas para defender su inmenso territorio, civilización y soberanía, poderío militar que existe sólo para garantizar la paz y será empleado únicamente en el caso de que sean agredidos su país o cualquiera de sus aliados.

Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, subrayó que nadie en Occidente quiere notar el carácter nazi y rusófobo que se sigue creando en Ucrania. Occidente no solo no quiere darse cuenta de ello, sino que favorece directamente el mantenimiento de este carácter del Estado ucraniano, para seguir utilizando al régimen de Kiev en la guerra contra Rusia. De hecho, el objetivo es el mismo que el de Hitler y antes el de Napoleón: reunir a toda Europa y derrotar en consecuencia al pueblo y el Estado de Rusia.

FUENTE: Ecuatoriano Rodolfo Bueno y la Embajada de Rusia en Ecuador

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