Desde multas hasta sanciones diplomáticas, expertos señalan todas las repercusiones que tendrá a corto y largo plazo para el país sudamericano el ataque en la sede diplomática mexicana.

El asalto sin precedentes de la policía ecuatoriana sobre la embajada de México en Quito ha generado rechazo generalizado en la comunidad internacional. Más allá de la paliza diplomática, ¿a qué consecuencias se enfrenta el gobierno de Ecuador?

Expertos explican a la AFP lo que podría venir para el otrora pacífico país sudamericano.

Tras romper relaciones con Quito, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anticipó una denuncia contra Quito en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que será presentada mañana, según su gobierno.

«Podemos ganar este caso rápidamente», aseguró este domingo su canciller, Alicia Bárcena.

Para Esteban Nicholls, director de estudios latinoamericanos de la Universidad Andina Simón Bolívar de Ecuador (UASB), «de la corte puede esperarse una de dos cosas: una sanción pecuniaria, es decir una multa, o apartar a Ecuador de ciertos» comités y votaciones en organismos organismos multilaterales como la OEA, adelantó el doctor en ciencia política.

Sin embargo, México es libre de fijar sus pretensiones ante la CIJ, explica Nicholls, quien también anticipa como podría defenderse Ecuador en el tribunal de la ONU:

«Va argumentar que la embajada mexicana dio cabida a un preso común y corriente, no a un perseguido político. El derecho internacional no da cabida a que un criminal común se ampare en una embajada», anotó.

Pero «la corte seguramente va a encontrar a Ecuador culpable porque invadir una embajada es -al menos en la teoría del derecho internacional- invadir otro país», sentenció el profesor.

Repercusiones económicas

El operativo también tendrá repercusiones económicas:

Las negociaciones para un tratado de libre comercio entre México y Ecuador, requisito para que el país sudamericano pueda incorporarse a la Alianza del Pacíficoy así tener acceso al mercado asiático, quedaron en «pausa», señaló la cancillería mexicana este domingo.

Los gobiernos izquierdistas de Brasil, Colombia, Venezuela y Chile rechazaron en términos enérgicos la entrada forzosa de la fuerza publica para capturar el exvicepresidente ecuatoriano (2013-2017) Jorge Glas, prófugo la justicia por cargos de corrupción.

Nicaragua fue más lejos e imitó a México al romper relaciones con Ecuador. Bolivia retiró este domingo a su embajador en Quito.

«Cortar relaciones con México no es poca sanción, es un país de mucho peso en la región(…) Va a ser difícil tenerlo en contra y también a sus aliados», anticipó Michel Levi, profesor de estudios globales en la UASB.

Con información de El Universal