En medio de un escenario global marcado por la urgencia climática, China se consolida como potencia indiscutible de la energía renovable. Con más de la mitad de su capacidad instalada basada en fuentes limpias -principalmente solar, eólica e hidroeléctrica- y con un dominio casi absoluto sobre la manufactura mundial de paneles solares y turbinas eólicas, el gigante asiático avanza en una transformación que rebasa sus fronteras.

La aprobación en China de su primera Ley de Energía, en vigor desde enero de 2025, ha marcado un hito legislativo. Esta norma prioriza el desarrollo sostenible, incentiva la innovación en almacenamiento energético, como sistemas adiabáticos de aire comprimido o baterías industriales integradas, y hace de esta nación una referencia global en almacenamiento a gran escala.

Esta revolución energética tiene una proyección clara: América Latina. Desde la adhesión de 21 países de la región a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que incluye a Ecuador a raíz de la visita oficial del Presidente Daniel Noboa, la inversión china en infraestructura energética latinoamericana ha crecido de manera sostenida. 

Según datos oficiales, entre 2000 y 2019 se desembolsaron más de 58.000 millones de dólares en proyectos energéticos, con fuerte presencia en naciones como Brasil, Chile, Perú, México y Colombia.

En Ecuador es uno de los más emblemáticos.

Coca Codo Sinclair: una hidroeléctrica que marca época

Ubicada entre Napo y Sucumbíos, la central Coca Codo Sinclair es la mayor obra hidroeléctrica del país. Construida por Sinohydro, posee una capacidad instalada de 1.500 megavatios y desde su puesta en marcha en 2016 ha funcionado con continuidad, interrumpida únicamente por mantenimientos programados. 

Aporta más del 30% de la energía nacional y ha sido clave para reducir la dependencia de combustibles fósiles, tanto así que expertos altamente reconocidos en el medio han afirmado que sin Coca Codo Sinclair, el Ecuador no sería viable.

Ahora, PowerChina vuelve a apostar por Ecuador con nueva inversión de 400 millones de dólares, parte de un paquete mayor que asciende a 1.000 millones y que incluye financiamiento para proyectos de energía renovable y sistemas de almacenamiento. El anuncio se realizó en junio de 2025 e incluye además cooperación técnica para actualizar el Plan Maestro de Electricidad, vigente desde hace más de una década y que ha adolecido de incumplimientos permanentes por parte de los tres últimos gobiernos.

Inversión con estrategia

La expansión energética de China en América Latina abre grandes oportunidades y plantea desafíos de fondo. La transferencia tecnológica, la disponibilidad de financiamiento y el impulso a la transición energética deberá estar combinada con transferencia de conocimientos y la atención al cumplimiento ambiental y social, como ha ocurrido en Coca Codo Sinclair, donde la zona de influencia guarda hasta le fecha, relaciones positivas con la empresa china que entregó la operación a CELEC en 2016.

Ecuador tiene la oportunidad única de consolidar su matriz energética más resiliente y diversificada, sin perder de vista la soberanía, la sostenibilidad y la planificación a largo plazo.

FIN

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