La cédula de identidad es el más importante y común de los documentos entre los ecuatorianos. Desde sus inicios a la actualidad ha sufrido varias modificaciones para mejorar sus seguridades.
A inicios de diciembre la Asamblea aprobó que se incorporen nuevos cambios: ahora se llamará documento Nacional de Identidad (DNI), se podrá cambiar el orden de los apellidos al momento de la inscripción, tendrá un número Único de Identificación (NUI) relacionado con un elemento biométrico, se podrá sustituir el campo sexo por el de género que puede ser: masculino o femenino, entre otras modificaciones.
El primer documento de identidad en el Ecuador data de 1925 y hasta la fecha se han producido cerca de 10 cambios destacados. Por ejemplo en ese año se incluía el nombre, huella dactilar, la firma del Intendente de Policía, algunos rasgos particulares como lunares, cicatrices y la altura del cedulado. Para ese entonces tenía categorías: una elaborada en cuero para las clases pudientes que costaba cinco sucres y una sin costo en un papel simple para quienes no percibían recursos económicos.
Desde 1925, el documento de identidad ha tenido una serie de modificaciones, hasta llegar a la actual (de material plástico tipo pvc) que cuenta con 16 seguridades y un chip donde se almacenan los datos y el registro biométrico. Al revisar los cambios en el documento de identidad, se puede observar que en 1936 se comenzó a otorgar un número a las cédulas en la foto del ciudadano. Posteriormente, en 1944, se incorporaron timbres y sellos, a la par de colocar el pulgar derecho.
Para 1945 las cédulas mantenían los sellos, firmas y seguridades pero se diferenciaban por el color. El verde era para los ciudadanos ecuatorianos; mientras que el amarillo era para los extranjeros y analfabetos. En 1950 se implementaron los sellos de la Oficina de Identificación, timbres fiscales y también las huellas de los dedos índices, medio y anular.
Para 1954, recién se plastifica el documento. El cambio aquí es notorio y al igual que en los inicios había cédulas para las clases sociales y se diferenciaban por colores. La huella digital consta junto a la foto. Uno de los grandes saltos para la época, tendiente a la conservación del documento de identidad, fue la expedición del documento laminado. Para 1965 la cédula ya no es un cuadernillo sino un documento pequeño. Es plastificado y tiene dos colores: el blanco para los ciudadanos y amarillo que se le entregaba a los analfabetos, menores de edad y extranjeros.
En 1978 el documento mantiene el plastificado. El color de la foto del cedulado es el cambio más notorio: rojo para los ciudadanos, verde para los menores de edad y celeste para los extranjeros. En el 2002 la cédula mantiene el modelo de la década de los 70’ y el fondo diferenciado en las fotos; sin embargo incorpora 12 seguridades en el papel, la impresión y la lámina.
Esa es la cédula que pudieron conocer Ana Cerda y Celeste Tejeda, a quienes les impactó ver la historia de cómo ha cambiado el documento de identidad. Ellas recuerdan la cédula blanca con la foto con fondo rojo que la portaban sus padres. Se admiran de los cambios y creen que el recorrido histórico les ha permitido conocer una parte de la historia del Ecuador.
Siguiendo con la evolución, en 2009 es cuando se produce uno de los mayores cambios. El documento se convierte en una tarjeta con una lámina de plástico polimérico e impresión láser, resistente al doblado, a las altas temperaturas, químicos y agua, y que no permite la adulteración sin dañar el documento, por lo que es más segura. Incorpora 16 seguridades y un chip. Este cambio va a la par de la modernización del sistema informático y los datos biométricos del ciudadano.
Fuente:El Ciudadano/Confirmado.net
