Ahora, hasta la mafia italiana quiere operar en Ecuador

Imagen para simbolizar mafia. Freepik.
Imagen para simbolizar mafia. Freepik.

El medio español La Vanguardia publicó datos del último informe semestral de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA). Las novedades son alarmantes: la mafia italiana busca expandirse en México, Colombia, Brasil, Perú, Argentina, y Ecuador.

Según el informe, los grandes países de Latinoamérica figuran desde hace tiempo entre las áreas de mayor interés para las mafias italianas, en virtud de sus contactos con los carteles locales del narcotráfico,

Los puertos de México y Colombia se consideran importantes para el tráfico internacional de cocaína. Eso alimenta los ingresos económicos de la mafia calabresa (Ndrangheta). Se debe tomar en cuenta que la Ndrangheta ya extendió su campo de acción a países africanos: Ghana, Guinea-Bisáu y Costa de Marfil.

La autoridad italiana destaca que los clanes mafiosos italianos están en un constante proceso de adaptación, utilizando estrategias de inversión avanzadas e incluso recursos públicos, como los fondos europeos, para mantener su posición  en el crimen organizado a escala mundial.

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Así, además de las actividades tradicionales de la mafia italiana, como el tráfico de drogas, el trabajo sexual, en el informe se alerta sobre la existencia de zonas ilícitas cada vez más extendidas que causan menos alarma y desaprobación social.

Se trataría del metaverso, un negocio tecnológico en fase de desarrollo, las criptomonedas y los objetos virtuales NFT.

Por eso el informe señala que se debe aumentar las capacidades de penetración en general en la red y en otros sectores menos conocidos del mundo digital, porque las mafias son capaces de regenerarse continuamente y tienen la las más altas tecnologías y técnicos a su disposición.

Investigaciones señalan, incluso, que la mafia italiana ha colaborado con la albanesa en Ecuador. El propósito de los Ndrangheta era embarcar droga sudamericana hasta puertos como Amberes, Rotterdam o Gioia Tauro, en Calabria. Parte de la cocaína se habría enviado también a Alemania, España y Australia. Esa colaboración explicaría sicariatos sufridos por seis albaneses en el país.

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