Alemania acuerda medidas para el clima por 50.000 millones de euros

La canciller alemana, Angela Merkel, y el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, en la reunión del gabinete del clima del Gobierno germano. Foto: Kay Nietfeld/dpa
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La coalición del Gobierno alemán acordó hoy un paquete de medidas para una mayor protección climática que tendrá una marcada relevancia para las empresas y ciudadanos.

El paquete del clima costará más de 50 millones de euros (55 millones de dólares). Para financiarlo no se contraerán nuevas deudas ni se implementará un bono climático, señalaron fuentes cercanas a la coalición del Gobierno.

Tras un debate de 19 horas, las cúpulas de las Uniones Demócrata y Social Cristianas (CDU/CSU) de la canciller Angela Merkel y sus socios de gobierno del Partido Socialdemócrata (SPD) esperan alcanzar así los objetivos climáticos vinculantes de Alemania hasta 2030.

El elemento central del acuerdo es el precio fijado para las emisiones de dióxido de carbono (CO2), nocivas para el clima, que encarecerá la gasolina, el diésel, el petróleo para sistemas de calefacción y el gas natural, pero que será introducido a un nivel moderado. Para compensar este aumento, se acordaron descargas impositivas y medidas de fomento.

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Tras el acuerdo entre los líderes conservadores y socialdemócratas, el llamado gabinete del clima del gobierno germano debatió sobre los «puntos claves del programa de protección climática 2030», documento al que tuvo acceso la agencia dpa.

Precio del CO2: Un precio que afecte las emisiones de CO2 en los ámbitos del transporte y calefacción tiene el fin de favorecer las propulsiones y sistemas más compatibles con el clima.

En una primera fase, el litro de gasolina y gasóleo aumentará en tres céntimos, en un segundo paso el incremento se elevará entre nueve y 15 céntimos. Esta medida será organizada mediante un comercio con derechos de contaminación en el que participarán empresas de la industria petrolera.

Transporte: Para compensar también el precio al CO2, que aportará ingresos millonarios al Estado, se acordaron beneficios impositivos para las personas que viajan periódicamente entre el hogar y el puesto de trabajo. Los consumidores podrían desgravar de sus ingresos 35 céntimos de euro por kilómetro en lugar de los 30 céntimos actuales a partir del kilómetro número 21. Esta medida tendría vigencia hasta finales de 2026.

Además, el Gobierno quiere bajar el precio de los billetes de tren y encarecer los vuelos. El plan prevé reducir el impuesto al valor agregado de los pasajes en tren del 19 al siete por ciento. Por el contrario, se planea cobrar un impuesto al tráfico aéreo para despegues desde aeropuertos alemanes a partir del 1 de enero de 2020.

Para incrementar la demanda de coches eléctricos, que hasta ahora no parecen ser muy atractivos para los usuarios, el Gobierno planea aumentar los incentivos para vehículos con un precio inferior a los 40.000 euros. Asimismo, el impuesto automotor se orientará más hacia las emisiones de CO2.

Calefacción: Quien sustituya un sistema de calefacción a gasóleo por un modelo más respetuoso con el clima podría recibir un subsidio de hasta el 40 por ciento de los costes. Asimismo, el plan prevé que a partir de 2026 se prohíba el montaje de nuevas calefacciones que operan con petróleo.

Energía ecológica: el impulso de la energía en base a fuentes renovables es otra de las medidas para compensar los costes adicionales del precio del CO2 en el transporte y en la calefacción de edificios. De momento está estancada la expansión de la red de turbinas eólicas debido a los prolongados procesos de autorización y a las demandas en contra de tales instalaciones.

Para aumentar el atractivo de la energía eólica, el plan estipula que las comunas obtengan una participación financiera en el usufructo de las instalaciones. También se planea eliminar el tope de subvenciones para el montaje de centrales fotovoltaicas.

El objetivo del Gobierno alemán es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Alemania en un 55 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 1990, de los 866 millones actuales a 563 millones de toneladas anuales.

En la actualidad, Alemania no cumple ni sus propios objetivos ni los objetivos asumidos en el marco de la Unión Europea por lo que existe la amenaza de que deba pagar multas elevadas.

Confirmado.net/DPA

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