Alberto Fernández confía en que Pedro Sánchez pueda seguir gobernando por la «comunión de ideas» entre ambos

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El candidato ‘kirchnerista’ a la Presidencia de Argentina, Alberto Fernández, ha afirmado que ha salido «entusiasmado» de la reunión mantenida este jueves con el presidente en funciones del Gobierno español, Pedro Sánchez, de quien espera que pueda seguir gobernando para que los dos países vivan una «segunda etapa» de buenas relaciones similar a la que hubo con José Luis Rodríguez Zapatero.

Fernández, que parte como favorito a las elecciones presidenciales argentinas tras su reciente victoria en las primarias, ha mantenido sendos encuentros con Sánchez y Zapatero, antes de desplazarse al Congreso de los Diputados, donde ha pronunciado una charla sobre la situación en América Latina y se ha visto con la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet.

Entre gritos de «presidente», Fernández ha defendido ante una numerosa presencia de compatriotas que «Argentina necesita integrarse mucho con España y con Europa». España, ha explicado durante su conferencia, tiene un «rol importante» que jugar en Argentina y pasa por «abrir las puertas de Europa» al país suramericano.

Fernández, antiguo jefe de Gabinete del Gobierno de Cristina Fernández, recuerda la etapa de convivencia con Zapatero con «gratitud», en la medida en que considera que «ayudó enormemente» a Argentina. «Estoy convencido de que Pedro Sánchez también nos va a ayudar», ha dicho, interpelando a una «segunda parte tan buena como la primera».

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El candidato del Frente de Todos a la Casa Rosada ha reconocido que con el PSOE tiene una mayor «comunión de ideas» que con posiciones más conservadoras, pero ha admitido que «el terreno de la política obliga a estar en el escenario que toca, no en el que se desearía».

Aunque ha evitado valorar directamente las negociaciones para formar Gobierno en España, sí que ha aludido en varias ocasiones a la «unidad». «¿Qué es más importante? ¿Estar unidos o que ganen los conservadores?», ha planteado, al poner como ejemplo de colaboración la candidatura conjunta que ha lanzado con Cristina Fernández –de cuyo Ejecutivo dimitió– para «devolver el poder a la gente» en Argentina.

«El secreto no es tolerarse, es respetar las diferencias», ha señalado el candidato, que en las elecciones primarias de agosto obtuvo una ventaja superior a la esperada sobre el actual presidente, Mauricio Macri, y rozó incluso los datos que le garantizarían salir vencedor en primera vuelta. Ahora, ha apuntado, es momento de «recuperar la esperanza» en Argentina.

EL «LASTRE» DE LA DEUDA

Alberto Fernández ha aplaudido los avances logrados por los «gobiernos progresistas» en América Latina y ha lamentado el «repliegue» posterior, que en el caso de Argentina ha personificado Macri, y el «enorme retroceso» que, a su juicio, ha venido aparejado, tanto a nivel económico como social. Ha creado «una sociedad de peor calidad», ha agregado.

El aspirante ‘kirchnerista’ ha criticado la «improvisación» de Macri en el terreno económico y que haya recuperado para Argentina «fantasmas» que parecían olvidados. En este sentido, ha afirmado que tras el «enorme esfuerzo» realizado por la ciudadanía por «sacarse el lastre de la deuda», ahora esta ha vuelto a niveles máximos.

Fernández ha prometido que, si llega a presidente, «cumplirá y honrará» estas deudas, aunque también ha advertido a los acreedores: «No nos pidan que lo hagamos a costa de más sufrimiento de nuestra gente».

Fernández ha extendido su preocupación al Estado de Derecho y, en particular, a la utilización de la prisión preventiva como «un mecanismo de persecución». «Hay que dejar de utilizar a los tribunales como un lugar donde se hace política», ha reclamado el candidato, que ha salido en defensa de su compañera de fórmula, con múltiples causas judiciales abiertas y un juicio en marcha, por entender que está siendo víctima de una «persecución sistemática».

El político ‘kirchnerista’ ha extendido esta preocupación a otros países de la región, ya que ve «imperdonable» que el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva siga preso. «Voy a pedir que se haga justicia en todos y cada uno los países de América Latina», ha subrayado durante la charla.

UNASUR Y MERCOSUR

Fernández ha abogado por sentar las bases de «un tiempo distinto» en el que América Latina asuma que está dentro de un mundo globalizado. Por ello, ha mencionado como primera tarea «reconstruir la unidad latinoamericana», para lo cual ha propuesto «revivir» UNASUR, pese a que al mismo tiempo ha admitido que las «realidades políticas» de la región complican esta iniciativa.

MERSOCUR «no está funcionando bien», según Fernández, quien ha atribuido a los gobiernos ‘kirchneristas’ los primeros impulsos al «atisbo de acuerdo» que ahora se ha planteado con la UE y que ha dejado entrever «muchos puntos intranquilizadores para la economía argentina». «Estoy seguro de que vamos a sentarnos con Europa para resolver el tema», ha apostillado.

Así, ha advertido de que en un escenario de este tipo una de las partes no puede tener «una situación preponderante» y ha afirmado que «la globalización no condena a ser idiotas», sino a «extremar la inteligencia» y «ser exigentes».

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