Las manos al fuego (O) SALVATORE FOTI

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Las acusaciones hechas al presidente Moreno por parte del asambleísta Ronny Aleaga y por Rafael Correa, sobre su involucramiento en la empresa ‘off shore’ INA Investment ameritarían que cualquier fiscal, por su propia iniciativa, abriera una investigación. Los detractores de Moreno han proporcionado números de cuentas, ‘mails’, transferencias bancarias, nombres y apellidos de presuntos involucrados; contratos de compraventas de departamentos etc.

Nadie entiende qué más haría falta para empezar a dar seguimiento al tema. Sin embargo, todo está en el limbo. No se quiere hablar del hecho ni tomar acciones contundentes. No escandaliza la actitud política que se le dio al asunto en la Asamblea Nacional, pero sí debe indignarnos el silencio y el miedo que agobia a la justicia ecuatoriana y a todo el gabinete del señor Presidente, pues nadie puede “atreverse” a hacer nada.

Parte de la prensa y de la opinión pública se ha quedado trabada sobre los audios filtrados entre la Presidenta de la Asamblea y la Ministra del Interior, sobre la necesidad de dar paso a la investigación a Moreno. Nadie se ha preocupado del meollo del asunto: ahondar sobre las acusaciones y hacer lo posible para que el Presidente salga limpio.

Si el Presidente es víctima de calumnias y difamación, hay que callar a los calumniadores, pero se recurre a evasivas y un cabildeo político que acaban generando más especulaciones. Cuando se trata de “la corrupción del otro”, Moreno y su entorno han sido  jueces probos y verdugos. Cuando la corrupción aparentemente toca a su puerta, nadie quiere dar la cara.

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No se habla de crear comisiones nacionales o internacionales para que nos ayuden a descubrir la verdad. Tampoco se recurre al famoso diálogo. Al asambleísta Aleaga en la Fiscalía lo recibieron a punta de piedras y huevos. Para abril prometen más pruebas y hechos sobre la presunta corrupción del Mandatario. Sería bueno empezar a desvirtuar esas acusaciones, pues el dedo apunta siempre más hacia “usted” y si usted no pone las manos al fuego por nadie, peor nosotros lo vamos a hacer por usted.

[email protected] / LA HORA


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